Alba
Hoy me despido de a poco. Lento y despacito me voy despidiendo de las casas donde viví, de los lugares que habité, ¿o que me habitaron? Todo se vuelve tan difuso y tan claro en este momento.
Dicen que los últimos momentos antes de morir tomamos contacto con la sabiduría, con esa especie de verdad rebelada propia de aquel a quién le llegó la hora. Yo no creo que así sea.
Hoy me despido de a poco, contemplo los años, o más que los años, las vivencias. ¿Qué soy? Sino un conjunto de experiencia, tránsitos y hábitos.
Es curioso lo relativo del tiempo, parece ayer cuando descubrí los primeros pasos, besos, decepciones y rebeldías.
¿Hasta qué punto somos o dejamos de ser? ¿Hasta qué punto evolucionamos, será que lo hacemos? ¿Por qué pensar el tiempo como circunferencias irreversibles?
Hoy me despido de a poco y me siento más viva que nunca. Sé que soy también lo que no elegí, lo que prioricé, lo que sembré. Tantos rostros, tantas palabras y colores me cargan de historias propias y ajenas.
Hoy me despido de a poco, de las caras amadas, de los seres conocidos.
Amiga, te ves lejana en el sol, quédate un rato más, no terminamos de jugar.
Flor Ania Milman
