Lo encontraron en una esquina del Hospital Español, con quemaduras, lastimaduras y marcas de soga en el cuello, era un gato negro  que estaba más cerca de la noche que de las siestas de Mendoza.

Su historia y la urgencia médica fueron escuchadas por algunos en Facebook, que quisieron invertir en la vida de Rufus, el gato, y con las colaboraciones, Piti  Barrios lo llevó al veterinario.

Rufus es hoy un sobreviviente, un gato negro británico (así piensa su cuidador) radicado en la provincia y que casi muere por la brujería  de alguien más. Maúlla a todo el mundo y la pasa bien, aunque estuvo todo mal.

All Hood es una banda local que hace punk, hardcore y skate rock. El nombre fue extraído del léxico de Snoop Dogg en el documental “Fatherhood”, cuando explica que “all good” ya no es suficiente, y que “All Hood” es un término más aplicable porque indica que aunque esté todo mal, está todo bien.

Los gritos, los saltos, las letras y tocar lo más rápido que se pueda son el medio y el mensaje,  el vivo, la performance y el público siendo  parte del evento y no mera audiencia, son la prueba y el nada amable sonido despertador que se necesita para ver que hay otras formas de experimentar la música y las ideas.

La  sensación de pérdida, de angustia y por qué no, de furia, se vuelve  el estado de ánimo, la verdad,  de chicos que no se tragan el conformismo disfrazado de poses y estereotipos que caracteriza a nuestra generación y que también adormeció la generación de los ‘80 a la que se rebelaron  esas bandas hardcore como  Black Flag o Bad Brains, entre otras, en Estados Unidos. 

Las canciones del disco de All Hood (2012, Straight War Records) hablan de la ironía de la suerte, del skate,  de la angustia y la rabia de no poder controlar nada, hasta verlo como un camino para hacer lo que queremos hacer, total, ya lo perdimos todo y ya no tenemos miedo.

En lo musical, los chicos están abiertos a distintos estilos, entienden que el hardcore es solo contexto, es de donde vienen,  pero  All hood ni siquiera suena hardcore, y en sus recitales pueden tocar un cover de “Love will tear us apart “ de Joy Division,  “Cheques” de Luis Alberto Spinetta e inclusive  reggae.

El arte de tapa del disco forma parte de una serie de fotografías incluidas en el libro interior, tomadas por Juan Cruz Coronado. En el medio del librito hay un retrato de unos chicos skaters de entre 12 y 16 años aproximadamente, que contrasta  con otras escenas donde las construcciones de una ciudad, como el interior de una iglesia, un viejo puesto de revelado de fotos Kodak o una casa antigua en una esquina, se muestran vacíos, sin gente, como los pueblos fantasmas de  los westerns.

Rufus, su  historia y significado, llegan un poco después de la formación de la banda (2008) y las canciones, pero se convierte en la síntesis de ese discurso y una referencia visual casi obligada en todos los afiches y la comunicación gráfica. Otras referencias visuales son la tapa del disco Almendra, la tipografía de Black Flag, las kalakas de Powell Peralta, entre otros. El encargado del arte de la banda es Piti Barrios, la voz en All Hood.

A Rufus se lo muestra incendiado, jugando, escapando de la muerte, con las heridas abiertas y la carne cruda, son imágenes que reflejan bien lo que All Hood hace en vivo, una performance que no pretende caer bien a nadie y que a la vez nos integra a todos.  Cada show es  tomado como una intervención artística, un ritual, donde no hay escenario y los músicos y el publico bailan y saltan con  libertad.

A la banda hoy la conforman Samuel Aspee (guitarra), Camila Guevara (guitarra),  Matt Barrel (batería), David Barrios (bajo) y Pity Barrios (voz). A pesar de la rotación de  distintos integrantes a lo largo de estos años,  los problemas con los equipos de sonido y los cambios de último momento, la banda sigue intacta en su cometido y actitud.

Los espacios donde tocan, desde el acondicionadísimo Julio Le Parc  a la entrada del supermercado Carrefour (con móviles policiales como cierre), las bandas de hardcore, de rock indie o inclusive de cumbia con las que arman recitales, sumado a la diversidad de la gente que los va a ver, terminan de indicar lo universal que pueden ser la música y la energía de All Hood.

Siempre que voy a sus shows, me quedo con la sensación de haber visto algo importante, algo en su estado primario, natural, como si te encontraras con un bosque y esperás que nunca sea talado.

Más allá de la retórica, el significado y la técnica musical, los chicos suenan y cantan lo que les pasa, original, potente, ruidoso y maullado. Sin emociones digeridas ni recursos obsecuentes.  Esto puede parecer un gato negro, el skate, la mala suerte, la muerte y las heridas de siempre.

                                                                         

Link para bajar el disco: http://www.mediafire.com/?c3xdt4f8nqqkk3t

Para escucharlos: soundcloud.com/allhood

Noticias y recitales en su página de Facebook: /All-Hood