Ojalá
Ojalá argentina sea campeón, ojalá ustedes retornen, ojalá encuentren.
A las diez de la mañana comenzó el partido. Estaba en líbano, tolima, en una de las cafeterías más tradicionales de esta población, café montecarlo. Sentado allí, viendo al mejor del mundo mover la pelota, de vez en cuando mis pensamientos iban donde se encontraban mis compañerxs: en algún lugar de las cordilleras recuperando un cuerpo de una persona dada por desaparecida en medio de las guerras. En plural, sí, porque es distinta la que propició su asesinato y posterior desaparición a la de ahora. En ésta le están buscando, están cavando. Ojalá le encuentren.
La simultaneidad. Yo en líbano y ellxs allá, entre las montañas, recuperando a una persona que hace diecisiete años atrás fue asesinada por un disparo. ¡Pum! ¡Gol!: sonidos que estremecen.

¿Y si no vuelven? ¿y si esta vez, además de aquella persona, toca ir a buscarles? Y si… penalti discutido a favor de argentina. Messi, mis queridxs, pateó ese balón y adivinen qué, lo grité, fue gol. Bienvenidos sean los dioses de carne y hueso y estos ojos que me permitieron ver cómo se ondea ese diez en su espalda.

Diecisiete años ese cuerpo ahí, aguardando a pesar de la clemencia del tiempo y del olvido, a que alguien fuese a sacarlo. Estructuras óseas. Huesos que dignificarán a una familia a realizar su duelo de una persona que fue, que ya no está. Somos eso, pedazos de carnes que viven de recuerdos, del pasado, de amores y de seres queridos. Como ustedes, como messi y como la persona desaparecida.
Otro gol y qué gol. Toquetoque y angelito anotó el segundo. Van dos a cero en el primer tiempo; francia no parece francia y yo no parezco yo en este recinto mientras que ustedes están allá, talvez en un día soleado o lluvioso, buscando. Celebro. Lo grito, pero también con ese grito festejo que estén demostrando que sí es posible respetar a las gentes, sus procesos, y buscar en medio de las guerras: ser humanitarios. No tomar partido. Les admiro. Tomo un sorbo de pintadito. Uf, qué partidazo, qué día. Ojalá gane argentina, ojalá ustedes encuentren, ojalá ustedes regresen.

Segundo tiempo. Penalti no discutido a favor de francia. Ahgg, pateará este piró de mbappé, vamoo dibuuu, no lo grité, otras seis personas tampoco. La mayoría de las gentes sí: gol galo. Se bajan los ánimos, argentina se pone nerviosa. Todo el juego controlado para echarlo a la borda. A la latinoamericana, sufriendo. Pasa un minuto. Jueputa, agacho la mirada, me cojo la cabeza, me acomodo la gorra. Las gentes se estremecen. Qué golazo tan gonorrea. Dos, dos. Francia empata. Mbappé enamora, mbappé hace el segundo gol. No te distraigas juanse, estás acá por messi, eso de ser feligrés no es como lo tuyo. Veci, qué partidazo, me regala otro pintadito. Se fue al alargue.
¿Cómo estarán ustedes? Espero que hayan tomado mis dos recomendaciones: no se estresen y no vayan a echar pala. Fue idóneo su trabajo, se llegó a ese lugar de las cordilleras por sus investigaciones. No necesitamos demostrarle a nadie nada. Es suficiente las luchas con nosotrxs mismxs, de esas internas, del día a día, con esas basta y sobra. Dejen que otrxs excaven y que sus esfuerzos se mezclen con sudor y tierra. Aunque pagaría por ver a millitos* echar pala. Sería muy chistoso, aún si hubiese sido en medio de la prospección, me hubiese reído a cántaros. Reírse, sonreír, en medio de la muerte, es vida. En qué momento creímos que estos espacios eran serios, con ceños fruncidos y de velas blancas. Ojalá vuelvan.
Comienza el primer tiempo del alargue y la albiceleste no ha hecho cambios, se nota el agotamiento. Pasan los minutos y los nervios aumentan, entra paredes por de paul y lautaro por julián. Entraron conectados. Sigue el partido empatado.  
 
Inicia el último alargue. Toquetoque: se la pasan a lautaro, este la baja para messi y messi se la pasa a enzo y él se la devuelve al toro, quien le pegó a ese balón como si no hubiese un mañana; lloris logra atajarlo, pero la potencia del disparo lo hechó hacia atrás, hay rebote y justo la esfera cae rendida a los pies de messi. Jueputa. Gol, gol, gol. Tres veces. Ojalá ustedes no hayan escuchado esa misma frecuencia en otros sonidos. Tres dos. Argentina vuelve a remontar, messi volvió a anotar y café montecarlo volvió a quedar en silencio.
 
Diez minutos después le bastó a mbappé para que en un disparo al arco montiel sacara de demás su brazo. Penalti por mano. Mbappé empata, francia empata. Tres, tres. La gente estalla, se van a tanda de penaltis.
Lo demás lo dejo para que lo hablemos personalmente. Para reírme de cómo me describen sus estreses y cómo millitos cogió la pala; y yo para contarles qué pasó en la tanda de penaltis y que ese día de domingo, en líbano tolima, abracé a messi en café montecarlo y de paso a ustedes. ​​​​​​​
Ojalá argentina sea campeón, ojalá ustedes retornen, ojalá encuentren.
*los nombres fueron cambiados por el principio de confidencialidad.
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