Cándido Soundtrack nació con la idea de crear una banda sonora para las 32 pinturas de Cándido López sobre la Guerra del Paraguay que forman parte de la colección del Museo Histórico Nacional. En 2021, este proyecto fue seleccionado y obtuvo el apoyo del programa Activar Patrimonio, de la Secretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación.
El soundtrack consta de siete capítulos. Los seis primeros acompañan los núcleos conceptuales de la exposición Panorama Cándido: Introducción, Campamentos, Otros temas/contextos, Pasajes, Boquerón y Batallas. El séptimo y último núcleo no refiere a obras puntuales: remite, a modo de coda, a la vida de Cándido luego de la batalla de Curupaytí.
El proyecto, con idea y dirección de Javier Cuberos, convocó a los músicos Tomás Russo, Sebastián Guevara, Luis Ramirez, Pablo Cioffi y Ernesto Herrera. El equipo desarrolló en conjunto piezas sonoras a la manera de un soundtrack o banda de sonido, tomando como punto de partida los paisajes y batallas que los cuadros de Cándido López nos relatan.
01 / Introducción >
Abra del otro lado de Santa Lucía
02 / Campamentos >
Playas, aves en la orilla,
en la vegetación profunda, animales,
Naranjales y palmeras
ecos del canto de un ave.
El descanso y la tensión.
Las pinturas de Campamentos, nos acercan a la dimensión íntima de los soldados, que podemos observar a vuelo de pájaro. Los campamentos duraban meses, la dificultad en las provisiones era cotidiana.
Los insumos se acaban fácilmente.
Mientras más lejos de la ciudad se estaba, era más difícil que llegaran.
Enfermería, las carpas. Siesta, calor, bichos. Humedad.
Hay piedras cayendo, desde lo alto del acantilado.
Maullidos, rugidos, gallinas. Relinchos de caballos.
ruidos que los barcos traen hacia las orillas de los ríos.
03 / Otros temas y contextos >
Esta serie de cuadros, nos permite acercarnos a una variada serie de escenas, que refieren a los otros contextos que se sucedían a la par de las batallas de la Guerra.
Un cuerpo del ejército escuchando una misa, próximos a una laguna.
Una pequeña casa en medio de un campo atrincherado.
La devastación de un campamento incendiado.
Ecos de voces de una rendición.
Una ambulancia en la tierra anaranjada.
04/ Pasajes >
Voces del agua y Las venas de la tierra acompañan a las pinturas referidas a los pasajes: imágenes de tránsito, movimiento de batallones a través de las aguas de los ríos.
Son el prolegómeno de la batalla, la tensión pausada de un horizonte en conflicto.
El silencio callado antes de los gritos.
Los animales cargan los pertrechos.
Se ven cuervos y esqueletos de vaca.
Una bandera flamea a lo lejos.
Hay tambores que practican su repiqueteo sobre el cuero.
Pájaros.
Algunos lavan ropa. Los ríos se hunden en sudor.
Lágrimas. Un calor agobiante.
El paisaje como protagonista, como narrador, como déspota, como madre.
05/ Boquerón >
Ataque del boquerón Visto desde el Potrero Piris
Boquerón fue una batalla cruenta, duró tres días, en el casi invierno,
del 16, 17 y 18 de julio de 1866.
El paisaje del Boquerón, fue testigo de una guerra imparable, que no se detenía
de disparos y agrupaciones,
movimientos de soldados,
¿Quién ha creado a la guerra?
Animales muriendo junto a los hombres,
gemidos al correr de varias afrentas,
combates cuerpo a cuerpo,
los gritos, los esfuerzos desmedidos,
el silencio.
Las explosiones.
Lo más oscuro del humano.
06/ Batallas
El humo impedía ver en medio de la selva.
En el campo de batalla, había un calor insoportable,
los insectos, mosquitos y moscas por doquier.
Gritos, peleas, los ríos se manchan de sudor y sangre.
La humedad no permitía casi respirar.
los cielos cargados, se iban enturbiando,
hasta la oscuridad plena.
Las tres piezas sonoras Tuyutí, Curupaytí, y Hay bruma
acompañan a las Batallas que podemos ver en esta serie de cuadros.
Varias de estas pinturas remiten a la Batalla de Tuyutí y otras a la de Yatay y Estero Bellaco.
Los cuadros de López referidos a la brutal Curupaytí están en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires y son particularmente importantes, ya que fue esa batalla -en donde tantos murieron- en la que Cándido fue herido en su brazo y mano derecha con las que pintaba, y que -luego de ser evacuado del campo de la contienda- tuvieron que amputarle para evitar la gangrena.
Cándido, ya a su vuelta en BA comenzó a re-aprender a pintar lentamente, con su mano izquierda, comenzando un nuevo capítulo de su vida.
Tenía entonces, veintiseis años.
07/ la vida después [coda]
