Los inicios de la cajita musical se halla en el siglo XVI, pero fue hasta los 1800s en que la creación de estos artefactos mecanizados comenzó a tomar un auge especial, en parte gracias al sueco Antoine Favre, famoso por sus habilidades como relojero, quien diera las pautas para la creación de una nueva industria. Industria que comenzó formalmente en 1815, año en que Jérémie Recordon y Samuel Junod abrieran la primera fábrica.
Hasta entonces las cajas de música eran grandes artefactos. Aquellas primeras versiones incluían varios cilindros que se encargaban de hacer la música que más bien sonaba como campanadas apenas sincronizadas. Estos aparatos autómatas que durante todo el siglo XVIII habían sido únicamente del público europeo, comenzaban a llegar a América.
Luego de que Edison inventara el fonógrafo en 1877, la industria de la cajita musical tuvo gran revuelo. Las music boxes comenzaron a ser más complicadas. Podían tener 50 notas o menos. Y ya para 1920s existían máquinas que incluían uno o dos violines y piano automatizados, los cuales funcionaban luego de introducirles monedas.
Así como había cajas musicales grandes, también existían las pequeñas de uso personal. Industria que con la 2ª Guerra Mundial lograba otro auge. Empresas como la japonesa Sankyo se dedicaron de lleno a la producción de cajitas personales y tamaño bolsillo que por lo general tienen solamente entre 16 y 18 notas.
