H.G. Wells

 

Sin importar el estilo o la finalidad con que se practique, el ciclismo como hábito cotidiano y herramienta social se establece cada vez más como un ícono de colectividad y simplicidad.

 

Su universo es tan vasto que no existe un esquema o modelo estricto que sea determinante por su precio, ni evaluable por su costo-beneficio, lo importante es el uso y su valor agregado radica esencialmente en las circunstancias que permitan a cada usuario mejorar su calidad de vida. 

 

El nivel de acceso a este recurso determinará el costo de los materiales, el desarrollo de tecnología y el uso de componentes específicos de acuerdo a cada necesidad. Sin embargo, la funcionalidad e impacto que tendrá en la comunidad permitirá fortalecer su aceptación como el medio de transporte no motorizado más noble, divertido y reconfortante que existe en la actualidad.

 

De este modo, los retratos que bicicletas diversas, económicas, simples, finas, feas, caras, sin frenos, de montaña, fijas, de ruta, de clóset, plegables, de carreras o de colección por mencionar algunas, construyen comunidad y diálogo, logran la apropiación e identidad del objeto con su dueño, de éste con su trayecto diario e invitan a demostrar que cualquiera que sea el estilo de nuestra bicicleta, siempre puede ser un clásico.

 

Live and let bike.