Riachuelo es un pequeño corregimiento situado al suroriente de Santander en el municipio de Charala. Es uno de los tantos lugares asotados por la violencia en Colombia. Una dura tarea tienen que afrontar cada día los habitantes de este lugar y ya no es por el conflicto armado sino por las enormes huellas que dejo.
Tras el acuerdo de desmovilización de los paramilitares con el gobierno en diciembre del 2012 lo que parecía un alivio para lo inocentes se transformo en un nuevo sufrimiento. Posteriormente a la desmovilización los riachuelanos han tenido que convivir con los mismos personajes que tiempo atrás atormentaban su vida, los mismos que mataron a sus seres queridos, los mismos que violaron a mujeres y niños los deben ver en el pueblo y convivir con ellos como si nada hubiera pasado. A pesar de esta realidad las mujeres han sacado la cara por todos, y día a día luchan por recuperar el pueblo que algún día perdieron. Han trabajado para cambiar esa imagen estigmatizada del Riachuelo y han tenido un sentido de pertenencia envidiable que muchos colombianos deberíamos aprender.
“La gente no salía, no hablaba y por eso empezamos este proceso de reconciliación, porque somos gente tan buena que aguanta todo, y queremos dar la pelea y organizarnos para darle un mejor futuro a nuestra gente” Macario Melgarejo
