Para esta campaña de lanzamiento quería combinar las personalidades juguetonas de ambas marcas. Así que creamos una historia digna de una secuela de Misión Imposible. En la que nuestro buen chéster tenía la misión de infiltrarse en Cinépolis, hackear su base de datos y agregar una nueva receta a su menú.

Todo comenzó con Cinépolis anunciando que su cuenta de twitter  había sido hackeada. A lo que Cheetos le respondió con un "No te enchiles". 

Seguido a esto, Chester, desde el perfil de Cheetos, se declaró culpable del hackeo. Para centrar la atención de Cinépolis en recuperar su cuenta. 

 

 

 

Una vez que Cinépolis estaba completamente enfocado en recuperar su cuenta. Chéster se infiltró en su bóveda secreta…

 

 

Las cámaras de seguridad alcanzaron a detectar a Cheester, pero cuando la seguridad llegó, este había desaparecido. 

 

Cheester no se robó nada y el único rastro que ya había de él, era una pequeña nota cubierta del chile Flaming Hot. 

 

 

 

Chéster había logrado infiltrar una nueva receta a los servidores de Cinépolis. Dando origen a los legendarios boneless de Cheetos Flaming Hot.

 

 

Al final, como toda buena historia, se le dieron los créditos a los participantes.