El egocentrismo infantil
Animación realizada con medios digitales imitando la técnica tradicional stop motion.
Me serví de diversos materiales e ilustraciones realizadas a mano sobre papel sulfurizado que escaneé, edité con Photoshop y animé posteriormente a través de After Effects. Debido a las limitaciones de tiempo que se plantearon para este proyecto, lo animé a 8 fotogramas por segundo en lugar de los tradicionales 24, para que el proceso resultase menso aparat.
Distintas ilustraciones del personaje principal, sacadas a partir de rotoscopia.
A continuación se muestran los textos resultantes de toda la investigación en torno al concepto del egocentrismo infantil y el desarrollo del autoconcepto, de los cuáles se escogió el segundo fragmento como guión de la animación:
Somos seres sociales
Necesitamos pertenecer a un grupo de personas para vivir.
De nuestras relaciones depende nuestra autoestima, y a su vez, nos relacionaremos mejor si nuestra autoestima está sana.
Nuestro autoconcepto
Todos tenemos un autoconcepto, es decir, una idea de nosotros mismos.
¿Soy una cosa o una persona? ¿Mi piel es clara u oscura? ¿Cuánto ocupo? ¿Cabré por ahí? ¿Podré llegar a la rama de ese árbol? Parecerá una tontería, pero todo esto hay que aprenderlo.
Hay una etapa en la niñez que se llama egocentrismo infantil, y en ella, los peques no saben distinguir que lo que piensan, sienten y perciben es totalmente subjetivo, y que los demás tienen a su vez su propio flujo de pensamientos. Es como si hubiese miles de pequeños mundos flotando por ahí.
La Teoría de la Mente: salir de la burbuja
La cosa cambia cuando llegamos al cole por primera vez. Es entonces cuando nuestro mundo choca con el de todos los demás y la burbuja explota; como individuos tenemos que empezar a asumir que no todo es como creemos y queremos, y que los demás tienen su propia versión de la realidad.
Cuando de peques comenzamos a adquirir la capacidad de comprender estas cosas, decimos que estamos formando nuestra Teoría de la Mente. Pero no siempre es tan fácil.
Un lugar seguro
Ahora, imagina lo duro que tiene que ser descubrir que en tu mundo ya no estás solo tú y que tienes que compartirlo. Si además te encuentras en un nuevo espacio en el que todos están crispados, se hablan mal, son violentos y ocurren muchas cosas negativas, el cambio puede ser muy complicado, o incluso acarrearnos problemas en nuestra vida adulta.
Está demostrado que los ambientes desfavorecidos en la infancia (familias desestructuradas, métodos violentos de educación, pobreza) dan lugar a una peor autoestima en las personas que han convivido en ese contexto.
