Mi versión favorita de mi ciudad. Rosario, Argentina.
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Me gusta Rosario esos días despejados. Ni demasiado cálidos, ni demasiado fríos. Esos días en los que el aire inspira mirar para arriba los edificios antiguos y los árboles. Los días en los que todo te llena de energía. Como cuando parás en un barcito luminoso a tomar algo o cuando llegás al parque y respirás conscientemente mientras miras el río.
Lo que más me gusta de nuestro río es que siempre regala una nueva sensación, y lo que siempre digo, un nuevo color. Hay días que me transmite calma, otros más vitalidad, y otros, más frío y ganas de casa.
Este río multicolor abraza nuestra ciudad, nos representa y lleva consigo años y años de transcurrir. Nunca es igual. Pero siempre permanece.
Voy en bici por la ciudad, desde el centro a la florida. Me atrae ver ese paso de la ciudad con más movimiento y obligaciones a un espacio de claridad natural donde se generan otras conexiones entre las personas. En ese momento veo la ciudad como ajena a mí. Me aclara la cabeza. Hasta parecen solucionarse algunos problemas. Ya no estoy inmersa en la cotidianidad, sino que ahora puedo ver desde afuera.
Me interesó captar esta sensación que me gusta vivir en mi ciudad para esta ilustración. La mezcla de serenidad y vitalidad en un día rosarino.
Lo que más me gusta de nuestro río es que siempre regala una nueva sensación, y lo que siempre digo, un nuevo color. Hay días que me transmite calma, otros más vitalidad, y otros, más frío y ganas de casa.
Este río multicolor abraza nuestra ciudad, nos representa y lleva consigo años y años de transcurrir. Nunca es igual. Pero siempre permanece.
Voy en bici por la ciudad, desde el centro a la florida. Me atrae ver ese paso de la ciudad con más movimiento y obligaciones a un espacio de claridad natural donde se generan otras conexiones entre las personas. En ese momento veo la ciudad como ajena a mí. Me aclara la cabeza. Hasta parecen solucionarse algunos problemas. Ya no estoy inmersa en la cotidianidad, sino que ahora puedo ver desde afuera.
Me interesó captar esta sensación que me gusta vivir en mi ciudad para esta ilustración. La mezcla de serenidad y vitalidad en un día rosarino.
