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Introducción parte I

Soy el amigo que da su tiempo a Gabriela. Soy su esposo y soy su amante, pero también soy como ella me llama, su lobo feroz. 
Soy un intenso de lograr metas, profesión: vendedor de ideas.
Pero no soy el amigo del que hablará ese libro. Más adelante te diremos quién es y por qué es importante que lo sepas para que toda esta información te ayude a lograr éxito en tu migración y con los conocimientos de las nuevas ciencias y sobre todo con tus emociones.
Ser migrante significa conectar con todos aquellos ancestros y también recuerdos bíblicos donde los migrantes vean a su alrededor como una unidad.
Primer paso:: dejar atrás el tema de las fronteras.
Soy una persona internacional y hablo varios idiomas, mi percepción de la realidad es diferente de cuando llegué a Alemania, ya sea porque tengo estructuras que van a influir a segregar en mi  cuerpo neurotransmisores según la carga emocional que vivo de manera cotidiana.
He tenido que aprender después de más de 50 mudanzas a cambiar mi ansiedad y la de los que me rodean. Somos materia y energía, por lo que estamos expuestos en todos nuestros proyectos de migración al odio, al racismo, a la violencia, la deshonestidad y la falta de respeto por parte de las culturas a donde viajamos.
Esto puede ser que nos haga vulnerables.
Por ello te mostramos en este libro el valor de hacer terapia y te ofrecemos recetas para experimentar, sobre todo la gratitud en todo momento.
Esa ha sido mi tarea como cabeza de familia y ahora soy también tu lobo feroz. Creo en la esperanza y soy apasionado de los milagros.
Vamos juntos, sí se puede.

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Introducción Parte II 
En el tema de la migración, existe una oración o frase que me gusta decir y tomar en cuenta. Este es el secreto de relacionarse con la armonía universal, esto sobre todo y principalmente para parejas y personas de la tercera edad. 
Amigo o amiga, bienvenida sea tu presencia en este camino. Mucho amor para ti.
Desde pequeño he tratado de conectar con la naturaleza, curioseando y ensayando para establecer relaciones con otros. Juntando las capacidades con las partes de los otros. Ahora, en este momento de mi vida, he decidido con mi esposa, producir un cuento de toda esta experiencia. Estoy convencido de que este libro servirá para hacer de tus relaciones más efectivas y tu migración un evento con mucha más felicidad.
Nos dedicaremos a la persona más importante de tu vida, que inicialmente eres tú. Logrando que tú estés bien, lograrás cambiar todas las relaciones a tu alrededor. Sobre todo en este acto de migración, aunque también sirve si no vas a migrar, hay muchos temas que te pueden servir donde sea que te encuentres. 
¿Cómo lo haremos?
Existen muchas maneras. Te mostraremos una de las tantas y tú mismo decides i te funcionan. 
Te felicito por decidirte a cambiar algo nuevo en tu vida. Eres maravilloso y te lo mereces. 
Me gustaría comenzar con la anécdota de dónde sale la iniciativa de este libro. Hace varios años, conversando con mi esposa y la situación nos hacía pensar en cómo podíamos ayudar a este sistema que está tan apresurado en el tema material y codependiente como sociedad.
Notamos que en el país donde vivíamos que era Alemania, las personas tenían mucho miedo y eran muy cohibidas. Nos gestionamos cómo podíamos afrontar todos estos miedos y cómo podíamos llegar a la conclusión y todo se basa en que el cambio al que han llegado los medios es ser “muertos en vida”. Persiguiendo lo que creemos nos hace felices y que al final nos lleva a un atajo sin salida en el que nos damos cuenta unos años más tarde, cuando los hijos están en su edad de adoilescente que hacen cosas indebidas y no podemos reprenderlos, o, que de alguna manera no ha llegado un cambio de vida. Nuestro alrededor nos delata como un producto de esa falta de cambio que debemos concretar.
¿Cuál es el ejemplo que hemos dado?, ¿es verdad que lo que nuestros hijos han visto lo repiten de nosotros?, ¿es verdad que los valores son tan importantes en nuestras relaciones? ¿Es verdad que las amistades con las que me reúno determinan el carácter de lo que estamos haciendo ahora?
Muchos cuestionamientos vienen a la cabeza en este momento. Si quieres, haz una lista de ellos. 
Teniendo tantos interrogantes y siendo una persona igual que tú, he tenido que ser migrante de primera generación en Alemania. He tenido que surgir casi de la nada y mantener la confianza en mí mismo en muchas situaciones muy difíciles.
Entonces, mi pareja y yo hemos reflexionado cómo podríamos hacer un proyecto nuevo y, a través de nuestra experiencia, proporcionar ayuda.
Hemos visitado desde hace ya más de 15 años diferentes cursos y realizado diferentes diplomados en psicología, así como cursos de autoayuda, hemos asistido a talleres extraordinarios y el aprendizaje ha sido inconmensurable. 
Hemos leído una gran cantidad de libros, pasado por una gran cantidad de situaciones, donde hemos hecho uso de lo aprendido; también, nos hemos equivocado y pasamos por muchas crisis. Todas ellas nos han ayudado a ser quienes somos y estamos seguros que de algo te ayudará este libro.
Muchos han hecho libros y están ayudando a otros a hacer y crear más paz, se trata de cómo poder ser parte de toda esa población para ayudar a otros obtener paz. Esta paz no tiene precio, pues es la paz espiritual.

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Introducción, parte III
La comunicación mundial ha cambiado, recuerdo hace 30 años que llegué a Alemania. Tenía que pagar 5 marcos alemanes para poder conversar con mi familia solo por 2 minutos.
Escribía cartas contando todas mis anécdotas una vez por semana. Los compañeros que vinieron conmigo también lo hacían. Era una manera de comunicación muy valiosa.
Mantener el contacto era un reto muy grande; el desafío de hoy, es con quién debemos hacerlo y la calidad del contenido. Así como esto, debemos seleccionar la red social por la cuál nos convenga más y aún con todo esto, el tiempo es insuficiente.
Vivimos en una sociedad de mucha innovación, hecha a gran velocidad y sobrecargados de información. ¿Cómo decidir qué nos nutre de manera positiva o negativa? De esto hablaremos más adelante en el tema del buen trato. Por ahora solo te puedo decir que la solución radica en darte tiempo a ti mismo, aprender a estar contigo. llegar a tu esencia, hacerte importante, darte valor y reencontrarte con tu espíritu, para de esta manera obtener la paz espiritual que tanto necesitas para calmar a ese perrito que siempre trata de llamar tu atención. Sí, ese perrito que siempre busca la manera de distraerte, si es que no has sabido disciplinarlo. 
Ese perrito es tu mente y es el protagonista de este libro.

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Capítulo VII: la energía que te mueve

Desde niño me ha gustado el baile. Lo he hecho de distintas formas y pienso que es una de las partes del cuerpo que más energía nos hace fluir. En algunas facetas se puede hacer pareja, en grupo y hasta solo. Existen también diferentes métodos como bioenergética, biodanza y demás. Esto ayuda a las personas de manera espiritual. El baile es la traducción que hace el cuerpo a eso que llamamos música. Pueden observar que es una herramienta corporal. Nuestro cuerpo se transforma y es un traductor de ondas sonoras de movimientos. 
En estos movimientos se liberan energías. Tú te mueves con el universo y eres parte de él, con esta liberación generarás más conciencia. 
Se trata de conectar con tu “yo” de manera ágil y con los recursos que estén a  tu alrededor; podemos escuchar música que nos gusta, luego música que nos guía y, posteriormente, escucharemos a la naturaleza. 
Hemos observado por muchos años cómo nos relacionamos con el universo. A través del tiempo he practicado ejercicios como el Tai Chi, o métodos reconocidos por la ciencia, así como otros reconocidos por distintos programas.
En mi época de adolescencia y universitaria, tuve la oportunidad de realizar cursos de baile en Alemania. Fueron más de 3,000 personas que aprendieron el arte de juntarse para un fin común: traducir su energía vital en un movimiento con una persona, en este caso relacionado con la música que para la gran mayoría eran desconocidas y para su sorpresa, salían bailando salsa.
Debo confesar que me encuentro en la segunda fase de ese desafío, pues demostrarles a otros cómo hacer el entrelazamiento a través de estas historias que haremos pero hacia Latinoamérica o hacia los migrantes. 
Es muy curioso que en esos cursos tuve la oportunidad de ver juntarse mucha gente, también tuve la oportunidad de asistir a muchas bodas de mis alumnos. Este mismo fin de semana me encontré de manera casual a una persona que hizo ese curso en aquellos años, y en una visita que hice en Curaçao me encontré con una alumna de Hungría y antes de abordar el avión, me fue a visitar porque también había hecho sus cursos conmigo. 
Muchos de ellos están en contacto conmigo a través de las redes sociales. Con ellos siempre tengo una alegría constante, así como una energía que viene de dar a otros. Siempre que damos a otros, nos vamos a sentir bien, sobre todo a aquellos que aceptan nuestra cultura.
La mente y el cerebro son recursos indispensables para los seres humanos. ¿Sabías que lo que más hacemos en el día de nuestra respiración es tomar decisiones?
Para tomarlas, necesitas a tu mente y dependiendo de tu estado anímico, tu mente podrá ser asertiva en este tipo de decisiones. Desde que te levantas hasta que te acuestas, tomar decisiones. ¿Coincides conmigo?, pues bien, manos a la obra. 
Después de conocer cuáles son los desafíos que tendremos para relajarnos. Nos podremos analizar algunos puntos teóricos y que rutinariamente realizan todos los días sin darte cuenta. Recuerda que eres el resultado de tus actos  y estos son el resultado de tus acciones, que a la vez, son el resultado de tus decisiones. Las cuales para tomarlas, las realizas de acuerdo a tus experiencias, de donde tomas la información correspondiente y la magníficas a través de todos esos hechos. 
Por último, ¿Qué necesitas para hacer todo esto?
Energía, pero, ¿Cómo la obtienes?
Esta fuente es muy importante para obtener un balance en tus relaciones como migrantes. Te sugiero solo leer estas líneas y no hacerte bolas pensando si no puedes asumir el reto. Observa y deja que la información fluya sobre ti.
Con pasitos de bebé, sigue estas pequeñas cosas día tras día, lentamente. Vas un muy buen camino, el cual, es tu camino. Te envío amor por todas tus relaciones. 

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Capítulo VII: La energía que te mueve, parte II 

¿De dónde viene tu base energética?, principalmente viene de la respiración y de la alimentación, así como de lo que consumes a través de los sentidos. Ahora bien, ¿Cuáles fueron hasta este momento de nuestra migración a Alemania, Portugal lo que nosotros tomamos en cuenta para mantener nuestra energía con frecuencia alta?
En principio lo que más hemos hecho ha sido meditación, tai-chi, nuestra religión católico y también el libro del curso de milagros.
Por otra parte, hemos manejado visualizaciones guiadas. Reconocer la diferencias entre meditación y visualizaciones es importante. En la visualización utilizamos nuestra imaginación para programar nuestra inconsciente, en la meditación lo fundamental es conectar con nuestro ser, también lo llaman conectar con “nuestra fuente”. En ambos casos nos relajamos y hacemos respiraciones que nos mantienen oxigenados. Aceleramos la frecuencia de nuestro organismos. Esas frecuencias son las que llamamos: positivas.
Tenemos rituales, ocio, momentos de intimidad y los famosos juegos ecológicos en el día a día. Hay que determinar y aprender qué hacer con cada uno de ellos para que nuestro tiempo sea eficiente. 
El templo y los grupos de ayuda son importantes también, así como los momentos de soledad y el fomento de los valores como la responsabilidad, la disciplina, el respeto o el agradecimiento. Incluimos también el mundo de las emociones, el miedo, la alegría, la rabia o la tristeza, pues es importante aprender a manejarlas.
Como Gabriela lo ha manejado a través de todas esas historias, mi tarea fue controlar esas emociones básicas que todos sentimos a diario.
Cuando entramos en contacto con el momento presente,estamos en contacto con nuestra base emocional también.
La experiencia nos dice que todas estas emociones son parte de nuestros mundos internos y externos y la intensidad de esto depende de nuestro estado anímico.
¿Has escuchado que las cosas tienen su momento para decirlas?, el cómo decirlas también es importante. Es necesario saber en qué estado emocional te encuentras, para asimilar de mejor forma tu propia información; esto tomará algo de tiempo, ya que los canales de comunicación están en zona de confort y se resisten al cambio. Se dice que muchas emociones si no son tratadas, te darán enfermedades. A la vez, son parte de tus relaciones. Mantenerte lo más claro y aumentar tu frecuencia interna te permite obtener mayor tiempo para ti y tus relaciones serán de calidad. Te mantendrá siendo el amo en muchas ocasiones de tu mente. 
No te digo en todas, ya que es parte de nuestra especie poder avanzar a través de los procesos personales; sin embargo, te sentirás mucho más libre y confiado si reconoces en qué estado anímico te encuentras.

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Capítulo VI La gente y sus barreras 

La mayor parte de las veces las causas de las barreras de la gente son las falsas creencias. 
Comenzaré relatando que en mi idioma existen muchas expresiones ofensivas, con falta de glamour. De la región andina de donde provengo, situado en Venezuela, existen muchas de ellas. 
De donde tú vienes, también. La importancia de cómo nos expresamos es muy importante en las relaciones, hablo de las relaciones porque es muy importante cuando miras cómo te relaciones con los demás, a veces tenemos expectativas de trato sin observar cómo nos expresamos con los  otros y los demás.
Las falsas creencias son en mi opinión, solo frases que se han arraigado en la cultura o conciencia colectiva y que sirve para generar establecer de cierta manera el resultado de situaciones cotidianas, la tarea es reconocerlas y situarlas con frases acordes a tu momento histórico. 
A veces la gente las usa y piensan que con ellas son muy sabias; pero es todo lo contrario. Nos hacen sentir en primer momento aliviados y después estamos esperando que suceda, en esta espera programamos nuestra mente para hacer todo lo posible de que estas ocurran y ¡zaz! el 99% naturalmente de las que ocurren es un hábito. Observa a las personas según sus hábitos y valores. De esas actitudes resultan las virtudes y de ello se va la autoestima de las personas. En el capítulo donde mostramos el trato y el maltrato lo tratamos a detalle, cuando observas esto, decides con quienes te juntas y con quienes te alejas.
Es importante estudiar el vocabulario examinando la manera de hablar sobre todo delante de los más pequeños de la casa.
El secreto del éxito es expresar con entusiasmo y agradecimiento. Algunas expresiones que podemos utilizar son las siguientes: “El universo conspira y me ayudará en esta situación”. “Pensar es atraer” .El resultado de mis esfuerzos, solo serán mis éxitos, gracias Dios, en todo momento. 

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Capítulo III: Los verdugos que te detienen
Este tema lo abordo con el buen trato y el maltrato. A mi parecer este punto lo quisiera comenzar con el tema de entender la palabra “tóxico”, la Real Academia Española dice que viene del verbo “toxicar” y significa “envenenar” o “echar a perder”.
Entonces cuando hablamos de trato, necesitamos esta palabra muy clara, pues dependiendo de las personas que atraemos a nuestra vida, nos damos cuenta cómo nos tratamos a nosotros mismos. 
Es como el tema del alimento, pues es tan sencillo ya que algunas personas consumen alimentos que no dan nutrientes y los hacen adictos a sustancias tóxica, envenenando a sus cuerpos, perdiendo cualidades importantes. Lo mismo sucede con el ,maltrato.
Comenzando con el consumo tóxico de aquello que nos rodea, como las televisiones, tipo de música que escuchamos, noticias de medios de comunicación o de las amistades y familiares.
Todo esto es alimento, por ello, la importancia de ser selectivo al consumir mientras nos exponemos allá afuera. Es importante permanecer atento, ser cauteloso y a la vez astuto con la información.
Alejarse de chismes o críticas nos hace más sensibles, como cuando comenzamos a consumir alimentos sanos. En todo caso, esto es una decisión de vida.
Cuando hacemos un repaso de las relaciones que nos rodean, nos damos cuenta que ahí está el tipo de canal que usamos en el que nos relacionamos. He leído que el 80% de la información que se maneja en el mundo es de baja frecuencia, por lo que son mensajes negativos. Lo cual quiere decir que estamos expuestos a esto sin herramientas y algo así como una vacuna, sin vacuna para ello. Nosotros tenemos la vacuna y se llama “distancia”
Cuando sientas que algo o alguien te maltrata, simplemente alejate, lo haces cuando sabes que algo que comes es tóxico: no lo consumes.
Dile a esa persona que en ese momento te sientes sobreexigido de tratar con él o ella. Date ese espacio y experimenta qué sucede. Solo los niños y animales dependen de nosotros y los tenemos que acompañar, los demás los podemos dejar en su camino. Acércate al buen trato.
Muchas veces he observado la dificultad que tenemos cuando queremos alejarnos del maltrato. Lo difícil que nos es relacionarnos con alguien que nos da buen trato, puesto que no creemos en ello. 
Puede ser que estés ante una transacción; sin embargo, es más positiva que el maltrato. Sumérgete en esa relación, pues tarde o temprano te das cuenta y eres consciente de que solo era una transacción, ya que era mejor que el maltrato.
Cuando te alejas de las persona que te maltratan, tu vida da un cambio radical. Cuando poco a poco cambias tus hábitos de maltrato y los sustituyes con buen trato, tendrás un buen trato cotigomismo. Una vez que inicias un buen trato contigo mismo, será el más importante regalo que te puedes ofrecer. 
Un día, viviendo en Berlín en una etapa de crisis y reconstrucción, me encontraba en un tren y como todo la gente que estaba allí se comportaba muy agresiva y había mucha gente triste, me di cuenta que la falta de agradecimiento las hacía sentir infelices. Entonces busqué una piedra hermosa que me cabía en el bolsillo.
Acababa de llegar de mi país natal, de donde me había retirado de mis labores profesionales con mucho esfuerzo, precisamente por el tema del maltrato.
Ese día agradecí todo lo que se me ocurriera agradecer. Cuando entraba en el tren y metía la mano en el bolsillo, agradecía lo que fuese. 
A veces si tengo crisis, pienso en esa piedra que me regaló el hábito de agradecer; posteriormente, le regalé la piedra a otra persona y ahora pienso que existe un antes y un después desde aquel hecho.
Te invito a hacerlo por varias semanas y encontrarás una paz superior. Recuerda que la escala la intensidad de la frecuencia comienza con el buen trato que te estés dando.
Comienza pensando por las mañanas qué regalo te das a ti mismo, meditas o haces deporte, tomas el desayuno, lees y dar mensajes positivos, das cariños a tus seres queridos y solo esto necesitas para comenzar con el buen trato. Manos a la obra.
Este capítulo del maltrato es uno de mis preferidos, en una sociedad colérica, uno de los puntos de programación más controversiales que tenemos es acerca del cómo tratamos y cómo somos tratados.
Esto está marcado según la cultura de donde venimos, las condiciones financieras y las clases sociales donde nos desenvolvemos; sin embargo, independientemente de las condiciones y características mencionadas, nos relacionamos según como vimos en la niñez: como se relacionaban nuestros padres. 90% de nuestra manera de relacionarnos es dada por esos seres que empezaron nuestra educación, ya que absorbimos y copiamos todo de ellos. 
Pocos nos adentramos en la parte de relacionarse con otros. Y este punto del trato y maltrato nos hará sentir en bienestar o nos controlará de manera negativa el resto de nuestras vidas. 
El niño aprende a darse un trato que está motivado de acuerdo a su curiosidad con el mundo y las necesidades de desarrollarse con su entorno lleno de descubrimientos. El trato que le damos a esos niños y la manera que ellos observan el trato de nosotros y son la primera escuela que ellos tendrán. 
Por este motivo, es que el primer paso para lograr un avance acerca del buen trato y analizar cómo nos tratamos a nosotros mismos, daremos inicio a nuestro camino al buen trato.
Existen también sistemas de clasificación de personalidad. Por ejemplo: el eneagrama; el cual irá de la mano de la autoobservación. 
Introduzco este término porque podemos descubrir mucho sobre las maneras de automaltrato. Es importante conocer sobre ello, ya que con esto sabemos cómo nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. He visto muchas personas que dedican mucho tiempo para analizar este tema de las personalidades. Atraemos cualquier cantidad de buen trato, descubriendo cómo sustituir hábitos de maltrato por buen trato, a veces es doloroso el proceso y podemos sentirnos sobreexigidos por una situación o sobreestimulados por una sensación. Y esto no nos corresponde, por lo que sobre actuamos y nos preguntamos por qué hacemos tal o cual cosa. 
Si comemos algo que nos cae mal, el cuerpo nos avisa que ese alimento no va con nosotros. Lo mismo sucede con las personalidades de otros que no van nosotros. Para estar más sensibles a las señales de nuestro cuerpo acerca de esto, es necesario relajarlo. La recomendación es meditar, pues nos relaciona con nuestra fuente. Así podemos darnos un mejor trato para evitar el maltrato.
Hay muchas maneras de liberarnos de la energía negativa como los masajes, la biodanza o haciendo catarsis a través de la psicología convencional. Así como cada personalidad es diferente, cada uno encuentra la combinación que más le favorece. Los caminos son múltiples para lograrlo.



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Capítulo V: la libertad de decidir

Con la libertad de decidir quiero decir: aprender a decir “no” y la autoestima. Un “no” contundente es importante, al igual que es una decisión importante decir “no”. Tengo experiencia en el tema ya que vengo de un hogar en donde me veía obligado a aceptar órdenes. Decir “no”, no existía en mi vocabulario. 
Ahora, después de haberme hecho consciente de este hecho, no me resulta fácil. Sin embargo, tengo que pensarlo muy bien antes de mencionar estas dos letras tan importantes. En estos últimos tiempos, donde por medio de la globalización muchos migrantes han llegado a Alemania, incluyendo a los refugiados, fue importante decretar una ley para la protección de la mujer en Alemania.
Un hombre no puede continuar con un cortejo o acceder de manera sexual si ella dice “no”, basta con que la mujer lo haya dicho para que este hombre sea llevado a la cárcel si se atreve a hacerle algo más.
Aunque no lo crean, antes no era así y por eso cometen muchos abusos que no salían a la luz pública. El decir “no” tiene mucho que ver con la autoestima. 
En Alemania, decir “no”, tiene hasta un enfoque de poder. La manera de pronunciar la palabra está estudiada para que al decirla, sea algo que el receptor inconscientemente pueda aceptar.
Nuestro niño cuando tenía dos años, decía sin parar “no” y nosotros como padres, lo aceptamos. Tanto, que nunca le habíamos mostrado decir “no” y él no nos decía “no” en castellano, lo decía en alemán. Quizá pueda ser que para él tenga más contundencia y se acepte con mayor énfasis. 
Observa cuántas veces decimos la palabra al día. Los hombres quizás lo digamos menos, pero las mujeres por naturaleza están programadas para decirlo por el tema de la protección y procreación. Me refiero a un “no” que tenga que ver con un proceso de vida que está pasando, ¿Cuántas veces estamos en una situación donde queremos decir “no, déjame tranquilo”?, tenemos miedo al rechazo por falta de autoestima, tenemos miedo al abandono por falta de saber vivir por nuestra propia soledad y tenemos miedo a no ser aceptados por los demás. 
Una opción para generar esa autoestima, es a través del agradecimiento y la búsqueda de personas que nos den buen trato. Esto requiere de nosotros una decisión acerca de nuestras relaciones con respecto a qué queremos atraer; por otra parte, nosotros nos inmiscuimos directamente con situaciones donde se nos hace difícil decir “no”, es por ello que se repite la escena varias veces.
Para tener esa energía de decir “no”, requerimos de contactar con nosotros de manera sencilla con respeto y cariño con nosotros mismos. 
Debemos aceptar que en las relaciones pueden existir conflictos sin sentirnos mal por ello, un conflicto solo significa que dos personas tratan de llegar a un acuerdo. Cada una de esas personas presenta su posición sobre ese tema, también tiene cabida no llegar a uno, esto pertenece a la vida. La falsa creencia de que todo debe terminar bien es una ilusión que nos hacemos. Por esto mismo pensamos que no debemos decir “no”. 
Si manipulamos una relación para que no termine, perdemos nuestra paz interior y nuestra tranquilidad. Con ello saldremos mal con nosotros mismos. En caso de que nuestro “no” tenga otros resultados que no esperábamos, solo una persona que nos valora comprenderá que tenemos un límite. Esa persona nos valorará mucho más y nos entregará su opinión al respecto.
Nos cuidará de las acciones agresivas-pasivas, sin gritarnos y logramos una estabilidad emocional en nuestras relaciones y con ello, mucha alegría con nosotros mismos.
Hay dos oraciones que siempre he practicado en estas situaciones, la primera es: “decidir es renunciar”. Cuando yo decido a decir “no”, renunció a continuar conversando sobre ese tema y la segunda es: “todo a favor, nada en contra”. Yo puedo decir “no” a una situación y puedo mantener que entorno a esta situación todo será a favor de mi decisión y nada en contra. Con ello, la libertad de decidir es ver tanto el vaso lleno como el vaso vacío y ser feliz con ello, así como con lo que tengo.


Audio 15:53
Capítulo: los juegos psicológicos

Hace 10 años en Venezuela, leímos un libro muy interesante mi esposa y yo de una clínica muy conocida: La Clínica Metropolitana. Este libro trataba del “yo”, del “tú y de “nosotros”. 
En una parte del libro, en una situación en la que nos encontrábamos, se hacía reflexión de las actividades o los eventos que tenemos los humanos en un día. Los humanos tenemos rituales, por ejemplo: las misas los domingos, actividades como trabajo, comida, sueño, etc. La intimidad con la familia, amigos y pareja es muy importante; también estarán los juegos psicológicos. Son momentos en los que uno con su cerebro y estructura neuronal, así como la consciencia y subconsciencia nos enganchamos con pensamientos, ideas u otras personas. 
De esto trata este capítulo. Trata del momento en que tomamos la decisión de irnos de Alemania para Portugal, los temas que más tomamos en cuenta fueron: la escuela del niño y el desafío que teníamos con nuestros vecinos. Eran vecinos nuevos que se habían mudado a un lado de nuestro departamento y no nos dejaron en paz hasta que al final había un cuarto en donde estaban todas las lavadoras de todos los inquilinos, las cuales eran solo 6 departamentos, pero ahí solo había cuatro lavadoras y cuatro secadoras. 
Estos vecinos eran alemanes de campo con baja autoestima y querían obligarnos a hacer las cosas como ellos querían. Hubo incluso una ocasión donde me sacaron una pistola para amedrentarnos en nuestro actuar, esto llegó a juicio mientras estaba en Portugal y tuve que comprometer dinero con un abogado.
Obviamente, el dinero es una parte muy importante al momento de hacer una mudanza de un país a otro; sin embargo, tuvimos que hacer ese esfuerzo para financiar el tema del abogado. Gracias a Dios, cuando llegamos a Portugal, mi abogado en algún momento, donde yo no lo esperaba ya que estaba muy ocupado con la venta de la casa y la mudanza, así como la contratación de un camión para nuestras cosas.
Ese juego psicológico de los vecinos nos quitó bastante tiempo a mí, a mi esposa y a mi hijo. Podría decir que nuestro hijo en este caso quedó traumatizado de esta situación, ya que fue muy fuerte. Con respecto a mi trabajo también hubo un trauma que precisamente sigo atravesando.
En la iglesia católica siempre dicen que puede haber pecado por omisión. Entonces cuando renuncio a mi trabajo, también renuncié a un juego psicológico con alguien que era mi superior, esta persona era alguien con mucha falta de madurez y autoestima; por ende, era una persona narcisista. A raíz de que hice tantos cursos y adquirí herramientas a través de los cursos, pude distinguir y darme cuenta de en cuántos juegos psicológicos estaba inmiscuido al día. 
Renuncio a mi trabajo y gracias a Dios se terminó todo. Menciono dos eventos importantes donde había juegos: vecinos y trabajo.
Hubo otros eventos en una iglesia donde participamos, pues había un padre latinoamericano; en esas ciudades pequeñas de Alemania, los latinoamericanos que suelen llegar, son de baja autoestima también y puede ser que vengan con muchas necesidades.
Creemos mi esposa y yo que las personas que llegan a Alemania, sobre todo en esta época que vivimos, tienen mucha necesidad. Yo migré a este país porque gané una beca de Funda y Acucho, una institución muy importante en Venezuela. 
Llegué a Alemania con la intención de terminar mi carrera, para después regresar a Venezuela y poder trabajar; afortunadamente, lo logré. Me fui a Alemania en 1990 y después de 15 años, regresé a Venezuela.
Después de esto, estuve trabajando durante 3 años y, por cuestiones políticas me vi forzado a regresar una vez más. En la segunda ocasión que regresé, ya no volví a Venezuela por buscar una manera de educarme como lo hice en la primera ocasión. 
Así que huí de la situación que pasaba en Venezuela… estas reflexiones se dan por estas situaciones que he vivido. También hubo juegos psicológicos con médicos, donde nuestro médico de cabecera era una señora homeópata que cambió, pues era muy amigable y parecida a los médicos de latinoamérica. 
Era un médico muy científico y tecnócrata, ya que su trato era muy diferente hasta el punto en que estábamos por irnos a Portugal y solicitamos con urgencia la vacuna de COVID-19, “Pfizer”, no hubo posibilidad de conversar con ese médico.
Por mi manera de ser, traté de ser su amigo; justo como lo hacemos en Latinoamérica, pero fue imposible. Lo asesoraba porque él quería comprarse un carro eléctrico y es una de mis especialidades, así como un hobbie para mí. Decidí llevarle un recorte de revista que tenía autos. 
Esto fue 3 o 4 meses antes de pedirle ese favor de la vacuna. Terminamos bañándonos con una médica ginecóloga de la iglesia. 
Gracias a Dios logramos irnos vacunados el mismo día que hicimos el viaje. Con ella teníamos una relación íntima y extraña a la vez; pues, aunque estuvimos en esa iglesia 3 años, nunca nos sentimos integrados. Así es ser migrante en un país europeo como Alemania, era bastante difícil para mi esposa y para mí. 
A veces pensamos que las personas tienen una duda de estar con nosotros, pueden ser muchas razones y no sabemos realmente cuál. Lo que sí sabemos es que tuvimos esta oportunidad de experimentar todo esto.
Esto nos hace comprender la importancia de reconocer los juegos psicológicos, lo cual es importante para saber hacer un viaje y en todos estos ámbitos de la vida, en cuales hago rituales, realizó actividades u ofrezco la oportunidad de tener intimidad, así como participar para realizar el ocio.
Como latinoamericano, nos ponen en una gaveta de que somos personas de entretenimiento y deberíamos ser “payasos” de los demás. De esa manera uno puede desenfocarse de la meta al desarrollarse en ese país. 
Hace uno o dos años he tenido tiempo de reflexionar acerca de cómo funciona nuestro cerebro y tomar en cuenta qué sustancias son las que produzco en los estímulos de esas situaciones en mi cuerpo. Dónde se está acumulando esa rabia, alegría o emoción que experimento cuando pasan cosas.
También es importante saber cómo funcionan los neurotransmisores, los cuales son sustancias que producimos para que existan las diferentes emociones.
Así que así como estamos exponentes de articular palabras y además, podemos aprovechar el tema de los neurotransmisores. 




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Audio 2:12
Introducción

“Porque juntos hemos podido”. Esta es una frase que encontramos en el año 2007, dentro del salón de trofeos en el estadio del Real Madrid, en España y que acogimos como nuestro lema familiar.
Emigrar, lo es todo en una palabra, abandonar tu país y tu vida, un cambio completo para buscar un buen futuro y mejores condiciones de vida. Siempre hay algo que nos mueve para querer salir. Pero resulta que al llegar al nuevo país, te conviertes en un extraño y desconocido.
Eres alguien que viene a quitarle el empleo a otra persona local, eres una víctima y a la vez eres una amenaza, eres competencia para otros, también puedes ser vulnerable, resentido y sin familia. Puedes serlo todo y puedes ser nadie.
Nadie sabe quién eres. ¿Por qué llegaste ahí? ¿Para qué y por cuánto tiempo? ¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades? 
Ser migrante es llevar una maleta para muchos medio llena y para otros medio vacía. Pero nadie sabe qué has traído ahí, bueno o malo. Nadie sabe sus verdaderas intenciones, no importa cuánto te esfuerces en explicar, eres raro o diferente. Solo tú y los tuyos saben quién realmente eres. Prepárate bien para vivir de manera sana y alegre en el exterior. 
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“Emigrar” es una palabra que le eriza la piel a cualquiera. Abandonar la zona de confort, tu vida o la vida que habías construído hasta el momento. Una canción dice “todo tiene su final, nada dura para siempre” y, esto es así; en algún momento nos toca pasar por un evento al que yo llamo detonante que nos hace mover, un terremoto de emociones que nos sacude como individuos. 
Así también comienza esta historia, para nadie es un secreto lo difícil que ha sido este año 2020-2021 de pandemia. Todos nos hemos visto afectados directa o indirectamente. 
Recuerdo cuando un día cualquiera,  Raiza, la hermana de mi esposo, llamaba a Jorge para acusar a su padre de que no quería ir al médico. Tenía mucha fiebre y tos, pero él decía que estaba bien y no tenía nada. Detrás del teléfono decía que su padre se hacía la víctima para manipular.
Una semana después recuerdo que mi esposo me decía bajito en el oído, pues nuestro hijo estaba con nosotros, que su padre había muerto. Salté de la cama y comencé a gritar dando vueltas por toda la casa. 
Me sentí muy culpable por no creer lo que pasaba, murió de un paro respiratorio a causa de una neumonía. Sí, nosotros también nos convertimos en un número más a raíz de la pandemia. Luis (nuestro hijo) ya no iba a la escuela, tenía meses sin ir. Y mi esposo, por su parte, trabajaba desde casa. Yo ya no iba de compras, todo se convirtió en distanciamiento; mi esposo al que le gusta el control de las cosas, tuvo que verse triplicado en su labor para mantenernos a todos resguardados. Todo era un sinfín de emociones a la vez. 
Entonces ahí uno se sienta y replantea su vida: ¿Qué estoy haciendo? ¿Soy feliz? ¿Mis niños son felices?
Recordamos que 10 años antes habíamos llegado a esta pequeña ciudad en Alemania, ahí, donde se escribieron los libros de “Caperucita”, “El lobo feroz”, o “Hanzel y Gretel”, etc. Vivíamos ahí, rodeados de bosque y naturaleza.
Llegamos con un solo par de maletas y la ciudad nos dio todo. Trabajo, nuestro departamento de medio millón de euros, nuestro único hijo. Y aún así, queríamos salir corriendo. 
La verdad es que casi no recuerdo mucho de cómo fue la navidad en 2020, sé que decoramos y cenamos, pero teníamos a nuestro hijo de 6 años y no podíamos quitarle algo de alegría. 
Al llegar enero, Jorge debía regresar a la oficina para trabajar por turnos, pero no fue así. No soportó más a su jefe mediocre, un muchacho sin estudios universitarios, treintañero, extremadamente narcisista, psicópata y maltratador, por supuesto, alemán.
Un día puso fin a terribles maltratos y un trabajo muy bien remunerado. Nuevamente me sentí culpable, porque sé que él soportó nuestro trabajo para mantener nuestra casa. 
Entonces decidimos ir y emigrar, ya no queríamos cuentos tristes, frío y días grises. Dos años atrás habíamos ido de vacaciones a Porto, en Portugal y, por primera vez me gustó una ciudad para mudarme. Fue una locura, ya que allá no conocíamos a nadie. Así que los siguientes 6 meses nos dedicamos a vender la casa, la escuela para Luis, etc. 
En el año 2007 en un viaje que hicimos por accidente a Madrid, visitamos su estadio, fuimos al salón de trofeos y arriba había una copa en ese año, su frase decía: “Juntos hemos podido”. Nos tomamos una foto y esta frase se convirtió en nuestra. El valor de esta familia estaba justamente en sus integrantes. 

Audio 2:03
Perder el miedo

Siempre juré que era una mujer valiente y que no tenía miedo a nada o nadie, mi imagen es la de una tigresa dispuesta a todo, pero en realidad era una ovejita, pues tenía miedo a todo. Así llega mi lobo feroz, porque así le llamo a Jorge, porque siempre está al acecho para empujarme a todo lo que nos proponemos y no se trata de que yo no pueda, sino que los dos hemos desarrollado un sentido de vida propio. Hemos desarrollado un estilo de vida susceptible al cambio, aprendimos juntos a ver hasta dónde podemos llegar o a dónde queremos llegar con distintas situaciones sociales. Para esto hay que aprender a desprenderse de todo: familia, amigos y objetos,
Para adentrarse en el mundo desconocido, hasta ahora ha valido la pena, Yo estoy muy agradecida con su compañía, paciencia y ayuda. Las experiencias y aprendizaje no se pierden en una maleta y no se pueden secuestrar. Eso queda toda tu vida allí. 
He aprendido muchas cosas en mis años de migrante, a veces pienso que no me van a servir de nada y de repente llegan las situaciones donde sé que eso que aprendí en algún momento, tenía un motivo y una causa. 
Así que mantente firme, inténtalo y vale la pena. 

Audio 2:16
Desnudar la vergüenza
Hace poco ayudé a una pareja a vender su casa, ella, una pianista austriaca. Él, un tenor mexicano retirado. “Heidi y Lorenz”, mientras Jorge les preparaba el exposé, que es una ficha documento donde se encuentra documentada toda la información de la vivienda a vender y es obligatoria tenerla si se quiere tener una propiedad en Alemania. Esto lo debe hacer alguien certificado en esto, pero Jorge estaba preparado en esto. 
Esta peculiar pareja estuvo a punto de renunciar a su sueño de vender su propiedad. ¿Qué iban a pensar sus vecinos? Qué horror, pues todos iban a ver la privacidad de su casa.
Durante 10 largas noches se reunieron para ver los pros y los contornos. El qué dirá la gente siempre es una limitante y a mí también me pasó. Me daba vergüenza que la gente viera que vendemos nuestro departamento de medio millón de euros, por si teníamos deudas o demás. Qué importa qué diga la gente, ahí estaba el lobo feroz, mi super esposo. Animando a mi familia. 
Qué alegría me dio cuando vi el anuncio de venta en internet. De verdad que todos podemos. 
Audio 1:46
Aceptar el cambio

Cuando a Nelly, una viuda de 70 años le preguntaban si se mudaría de donde vivía desde hacía más de 40 años, ella siempre respondía:
—¡Ni loca! —exclamando con euforia—. Vivo en pleno centro de la capital y cuento con una gran red de vecinos.
Ella no contaba que la única hija con la que vivía, se mudaría a Italia y que Venezuela se desplomaba, así que Nelly con 71 años y una vida llena de gente disponible para ella en cualquier momento, no le tocó más que agarrar su maleta e irse con su hija. De la noche a la mañana cambió su discurso, pues ya no pasó excusas.
No había nada que la mantuviera en el mismo sitio que había cambiado ella, sus prioridades la habían desplazado y la obligaron a rectificar a emigrar. Nunca vi un cambio tan grande en una persona así, me asustó y me gustó mucho. 


Audio 2:18
Nuevas costumbres

Al llegar en el 2011 a Alemania tuve que adaptarme no solo al clima y al frío, sino, también, a las costumbres y tradiciones de los habitantes de esta región. El primero me costó, porque siempre debía quitarme los zapatos antes de entrar a un hogar, pues esto me causaba muchísimo frío. 
También aprendí que cuando visitar a alguien debía llevar un regalo, ni mencionar lo que me costó ser puntual para todo y aprender a hacer una cita con las personas con mucha antelación. Esto me formó como mejor persona.
Cuando nació nuestro hijo nacieron nuevas costumbres como llevar a los niños a dormir antes de las 8 PM y el día de San Martín, así como participar en la Laterne Unsuk, que era una especie de paseo con lámparas hecho por los niños, acompañado de hermosas canciones para luego finalizar en una fogata donde se come un pan dulce con forma de ganso y se toma una bebida caliente parecida a un té con especias. 
A su vez, aprendimos a celebrar la Pascua, coloreando huevos cocidos y escondiéndose alrededor de la casa. Está también la Navidad, con la misa para niños y luego ir a casa a repartir los regalos alrededor de las 7 PM y cenar temprano, para que los niños estén en cama temprano. 
Son muchas experiencias que integramos a nuestra vida y ahora no solo seguimos nuestras costumbres, sino que decidimos integrar siempre, lo cual significa tener costumbres de muchos países, como Portugal, Alemania o Venezuela y debemos seguir integrándolas para darle sentido positivo a nuestras vidas. 




Audio 2:10
No muestres tus debilidades
Patricia es una enfermera extranjera que vivía con sus dos hijos en Pescara, Italia. Un buen día, esa maravillosa mujer había logrado realizar sus sueños, después de 6 años de trabajar en diferentes oficios, al fin había conseguido un puesto como enfermera en un hospital en Italia, en un pequeño pueblo cerca de Génova. Toda la familia debía mudarse otra vez y comenzar de nuevo, para compensar a sus hijos, alquiló la planta baja de una vivienda, para que sus hijos tuvieran un espacio agradable de diversión.
Recuerdo que hasta compró una piscina y para celebrar colocó una enorme bandera de su país natal, en el jardín que podía verse a la distancia.
Es importante recordar en estos momentos que Europa es bastante conservadora y que tiene una alta tasa de inmigración, cosa que hacía de su gran celebración un total desafío para sus nuevos vecinos. Como migrante aprendí a llevar mis sentimientos patrióticos en el corazón y no mostrarlos afuera; no se trata de vergüenza o mucho menos, sino, de sentido común. Pues a los niños debemos cuidarlos de cualquier cosa, como actos de extrema derecha que están en todas partes o, por otro lado, mostrar cierta empatía por el país que nos ha acogido. 

Audio 2:37
El duelo de partir
Durante meses me dediqué tanto a la mudanza, escuelas, alquiler de casa, logística, etc. Que no tuve tiempo ni de llorarla, me despedí apuradita, agradecida pero con timidez, no quería ver tristeza y ese era mi ego…
El día que nos tocó entregar la casa y partir, pues ya ibamos tarde para viajar 5 horas hasta la frontera con Francia, hasta ese momento pensaba que todo estaba en orden. Hablamos con nuestro hijo y pensamos que lo había tomado bien… no podíamos estar más equivocados. 
Apenas nos subimos al carro, el pequeño comenzó a gritar y llorar diciendo que no quería irse y se me partió el corazón en dos. 
No hay preparación suficiente porque hay que vivir el duelo, los siguientes meses fueron un carrusel de emociones. Cuando pensábamos que las cosas iban bien, él se desplomaba, caía en llanto y comenzaba todo de nuevo. 
Esta fue la primera vez que me sentía villana y muy mala en mucho tiempo. Sacaba a mi pequeño hijo de su zona de confort y de su fantasía. No había nada que cambiara ese estado y debemos llenarnos de mucho coraje con paciencia y amor. Sí, abrazar y amar, no había otra forma. Hoy, mientras escribo estas líneas, apenas 6 meses después, me siento contenta y satisfecha porque mi pequeño al fin cuenta lo contento que está con su nueva vida; eso no significa que olvidó la otra, sino, que ha sabido atravesar el puente. 
Por favor, si usted está en este camino, nunca lo compense con cosas materiales. Esta herida nunca va a sanar así, solamente sanan a través del amor. Tómalo en cuenta. 

Audio 1:54
Un migrante hace vacaciones
Cuando llegué aquí, estaba tan deprimida que no podía pensar en viajar, ni conocer nada. Mi esposo, preocupado, me llevó a París en Navidad, al siguiente año me llevó a pasar el año nuevo a Londres y en mi cumpleaños, recuerdo que me llevó a MIlán, eso fue en junio con mucho calor. Pero esto no suponía la tristeza de todo lo que dejé en casa. 
Tardé mucho en dejar mi depresión y era estresante ir a sitios tan costosos pues me encontraba ajetreada. Todos estos paseos eran estresantes. 
Poco a poco fui aprendiendo a disfrutar de paseos por lagos, montañas y pequeños pueblos regionales; esto le dio sentido a mi vida. Yo no era ninguna artista, ni fashionista o mucho menos alguien que se dedique a las redes sociales. Poco a poco me llené la mente y el alma, los alemanes le dicen “ditapetevexel” o “cambiar la alfombra”, a salir de casa y cambiar de ambiente. 
Pero esto tampoco tenía que hacernos gastar demasiado dinero, pues al fin y al cabo somos migrantes y no podíamos gastarlo todo sabiendo que podíamos tener imprevistos. Empezamos a disfrutar de nuestras merecidas vacaciones, de forma sencilla y que no maltrataran nuestro presupuesto. 
Ha sido fantástico hacer picnics en pequeños campos, playas y praderas. Han sido experiencias muy bonitas y reconfortantes para el alma y la salud mental.

Audio 6:15
Proteger a los tuyos
En una familia todos somos importantes, naturalmente. Sin embargo, para nosotras las madres, nuestros pequeños son los más importantes. Conservar la salud física y mental no tiene precio. 
Recuerdo que cuando nació nuestro pequeño, vivíamos en un pequeño departamento viejo en el centro de la ciudad. De hecho, era un edificio a un lado de la facultad de arquitectura. Lo que se traducía en que todos nuestros vecinos eran estudiantes.
Llegó Luis y era el momento de mudarnos. No teníamos ni idea a dónde.
Por medio de conocidos, conseguimos un departamento pequeño y renovado, justo detrás de la mejor escuela pública de la ciudad. Estábamos felices. 
Cuando llegó el día en que Luis debía ingresar al escolarizado, la misma escuela nos invitaba a conocerla y fuimos con muchas expectativas, pero cuando llegó Jorge, lo primero que se encontró fue un maestro vestido como vaquero, con jeans apretados, cabello largo y botas de cuero. Parecía sacado de una película de Clint Eastwood.
La escuela era pequeña y el 98% de los estudiantes eran alemanes. Habíamos escogido un barrio muy clásico alemán, así que estábamos preocupados en cómo integrarían a  nuestro hijo. 
Cuando Jorge preguntó cómo le enseñarían alemán, porque lo hablaba a nivel preescolar y mientras a los demás niños les darían clases, a nuestro hijo lo pondrían en una esquina con audífonos. Este era su método de aprendizaje y soporte para un niño de migrantes.
Al día siguiente solicitamos una cita para visitar la escuela internacional, jamás nos imaginamos algo así; la visita aquí fue totalmente diferente. Nos mostraron toda la escuela y nuestro hijo, al igual que muchos otros niños extranjeros y alemanes, aprendería alemán e inglés por un método llamado inmersión. ¡Maravilloso!, nunca serían separados del grupo.También tendría maestras extranjeras y alemanas.
Esto fue un gran alivio; el precio era altísimo, pero valía la pena. Aún durante la pandemia, la escuela en casa fue fantástica y el apoyo docente increíble. 
Escuché historias de otros niños que eran forzados por sus padres, debido a su economía, a ir a escuelas públicas y era terrible. Vi a un padre físico de profesión dándole lecciones de boxeo a su hijo de apenas 8 o 9 años, mientras los demás estábamos en la misa dominical. Era una pena.
Muchos padres piensan que en las escuelas públicas, sus hijos se adaptarán más rápido al sistema e inclusive hablarán más rápido el idioma local. Esto es un error. 
Sus hijos son más vulnerables al bullying y al grupo de gente local; si usted puede hacer una diferencia, por favor elija una escuela internacional, donde valorarán más a su niño, se minimiza el bullying y usted le da un valor agregado a su hijo.
En lugar de ser un simple migrante, será alguien internacional. Lo más difícil para mi hijo al dejar Alemania fue dejar la escuela, pues todavía la extrañaba.
Lógicamente, en Portugal puede inscribirlo en una escuela internacional, ni siquiera pensé en inscribirlo en una escuela 100% portuguesa, en donde ahora recibe junto a sus compañeros extranjeros clases de portugués y su maestra los motiva muchísimo. 
En Alemania vi con tristeza cómo los padres envían a sus hijos a la escuela pública, solo para comprar autos más vistosos y hacer vacaciones más llamativas. Nosotros, por el contrario, usamos autos pequeños, vacaciones sencillas y, sin dudarlo, una mejor educación para nuestro hijo.
Si usted puede brindarle a su hijo, por favor no lo piense. Si no tiene recursos, acompañe de cerca a sus hijos y apóyalos mucho porque lo van a  necesitar, es más, si puede, inscríbase en clase de artes marciales. 
El mío se encuentra en Judo, tiene un sensei y tiene un lugar apropiado para desahogarse; así como recargarse de buena vibra. Por favor medite todo esto.

Audio 2:22
Enfrentar la soledad
Aunque Jorge no pudo estar allá en Venezuela para despedirme, era porque él estaba de este lado del mundo, esperando con los brazos abiertos, con un ramo de flores y un mundo por conocer. 
Una cosa es visitar una ciudad y otra diferente es mudarse a ella. Así llegué a Alemania.
Al pasar los días en un lugar totalmente nuevo, nada conocido para mí, con Jorge todo el día trabajando o mucho peor, viajando… Estuve bastante deprimida al comienzo. La mejor solución que encontré fue idear una rutina. Me inscribí en un curso de idioma e investigué todo lo relacionado con el sistema de salud, en cómo validar mi licencia. 
Me inscribí en el gimnasio para poder mover el cuerpo, en fin. A medida que construía una rutina para mí, era más fácil pasar el duelo y a la vez adaptarse a la nueva vida.
Ahora que nos mudamos a Portugal ha sido fácil porque tengo la fórmula y para nuestro hijo fue difícil, pues era su primera migración.
La experiencia es increíble cuando uno tiene la consciencia de lo que se hace, pues es importante mantener una salud mental y actitudes positivas. A medida que agregamos integrantes a nuestra familia o, que llega gente migrante a nuestro hogar, la sensación es diferente porque cada uno trae su propio conflicto y a la vez tenemos que integrarlo al sistema, así que las cosas se tornan más lentas. 

Audio 4:32
El gran compañero
Podría decir que mi esposo ha sido mi mejor compañero y no es así, pues aunque ha querido, no ha podido estar conmigo en todos mis mejores y no tan buenos momentos. 
Es mi poder superior, ese que yo decido llamar: “Dios”. Es quien siempre ha estado a mi lado aún cuando he caminado sobre la cuerda floja. Lo he sentido allí y nunca me ha faltado. Con él todo y sin él, nada. 
Te recomiendo encomendarse a tu poder superior para conectarte con él. 
Te propongo un ejercicio: toma 10 minutos libres en un espacio cómodo y tranquilo, sin actividades. Procura mantenerte sentado, derecho y con los pies en el cielo.
Cierra los ojos y respira profundo varias veces, tomando aire por la nariz y botándolo un poco por la boca. 
Si necesitas hacer un ruido al exhalar para liberar tensión, puedes hacerlo. Ahora, imagina a tu poder superior como un padre amoroso, alguien que ha estado esperando por mucho tiempo. 
Ahora imagina que eres un niño que se deja cobijar por esa presencia. Escoge su tamaño y hazlo a tu gusto; disponte a abrazarlo, pues él ha estado esperando por ti, a que estés preparado desde hace mucho tiempo. No va a juzgarte si lo has hecho bien o no, ni le importa tu situación financiera o tu estatus social, pues te ama tal cual eres. 
Ahora, te dice que te ama y te lo hace saber, te abraza como nunca habías abrazado. Eso es todo lo que tú estabas esperando y aún cuando has tenido malos momentos, él te dice que también ha estado allí para llorar a tu lado.
Él también ha sufrido los fracasos y quiere quedarse contigo, siempre a tu lado. Dile que sí y acéptalo. Los dos se sientan y conversan tranquilamente: 
—Ahora sé que estás mucho mejor —te dirá el poder—. De hecho, nunca habías estado mejor. 
Tienes su compañía y apoyo eterno. Por favor, agradece esta experiencia y guárdala en tu corazón. 
Cuando regreses a tu corazón, será un momento maravilloso, pues nunca más estarás solo. Ya eres consciente de su presencia y es increíble. 

Audio 1:58
La despedida
El día que Jorge se marchó en el 2008 y luego se fue definitivamente en el 2011 en Venezuela, yo estuve allí y lo llevé al aeropuerto. 
Lo acompañé, lo abracé y lo lloré. Pero, cuando me tocó a mí, estaba completamente apartada de los míos y estaba sola. 
Gracias a los salesianos de Don Bosco no estuve tan sola en mis últimos tiempos y fueron ellos quienes me acompañaron y acogieron. Y hasta el último día que viajé, ellos me llevaron al aeropuerto.
Por un lado, estuve triste y, por el otro, inmensamente agradecida. Partí de mi ciudad natal calladita y eso que soy una mujer bastante escandalosa. 
Con el corazón apretado, pero eternamente agradecida. 
Comí algo rico en el aeropuerto para consentirme y se me fueron las lágrimas al abordar el avión. Lloré con dolor porque me iba sin fecha de regreso de mi casa, mi vida y mis sueños; lo había entregado todo para bien y me abrí al mundo del migrante. Un mundo totalmente desconocido para mí.
No había vuelta atrás, me había convertido en una más del montón de gente que por situaciones extremas, debían dejarlo todo para irse a un nuevo mundo desconocido. Sí, así me convertí un 29 de noviembre del año 2011 en migrante. 


Audio 1:26
Aprender a censurar
Es cierto que cuando llegamos a otro país, lo primero con lo que nos encontramos es con un choque cultural. Algunas veces nos da risa, otras no.
Cuando llegué a Alemania ahí por el año 2009 o 2010, veía con risa ciertas zonas que eran culturas de cuerpo libre y al pasar el tiempo con el niño en brazos, comencé a ver de forma distinta el modernismo que nos quiere vender uns ector de la sociedad, por un lado, es mal visto mostrarse en contra del aborto o encontra de la comunidad LGBT; mientras que por el otro, esto pasa en frente del rostro de su hijo y eso está bien.
Entonces, si usted piensa igual que yo, ármese de sus valores. 
Manténganlo firme y asegúrese de censurar muchas cosas a su hijo, hasta que tengas las herramientas necesarias para explicarle, darle su punto de vista y cuidarlo según su criterio. No vaya a caer como oveja de rebaño al barranco.

Audio 4:07
Poner límites, hacer compromisos y crear fuertes vínculos con nuestros hijos
Conocí una pareja de Nicaragua, el hombre físico de profesión, ex-comunista, estudiado en Alemania del Este. Ella, administradora, 20 años menor que él. 
Ambos tenían 3 hijos varones, entre 12, 13 y 5 años, cuando llegaron a Alemania, el hombre empeñado en que sus hijos se adaptarán lo más rápido posible en el mundo alemán.
Ella solo pensaba en lo que dejó atrás en Nicaragua, su casa, servicios, etc.
Su marido había sido un ex-director de hospital. En Alemania, su esposo había logrado ser empleado público de 8-5 y ella se debatía en presión.
La introduje en la iglesia y solo brincaba de pueblo en pueblo para hacer oraciones; mientras el hombre batallaba solo con sus hijos.
Al cabo de un tiempo, el hombre confesaba que había cedido ante la presión de los muchachos, pues en Alemania desde los 8 o 9 años, los niños andan por su cuenta.
En las calles, inclusive los fines de semana. Muchas veces, a los 13 duermen en casas ajenas sin ninguna supervisión. Se le educa con tanto sentido de autosuficiencia, que los padres terminan solo siendo financistas. 
Esta pareja, queriendo que sus hijos fueran lo más parecidos a los alemanes, sus niños se iban los fines de semana y sus padres no podían detenerlos.
Recuerdo también a una conocida colombiana, también de la iglesia, casada desde hacía ya 25 años con un alemán, quien sufría, ya que su hijo menor se iba a dormir a casa de la novia 2 veces a la semana, con solo 15 años. 
Y ella, por supuesto, no lo permitía. No aceptaba que la chica viniera a dormir con él. Pero la madre de la muchacha era moderna y, al final, cuando su hijo cumplió 18 años, se iba de la casa para vivir con la novia.
Luis tiene apenas 7 años y, sin embargo, hace un año, la mamá de su mejor amigo lo invitaba a dormir en su casa el fin de semana. Sí, así mismo, con soolo 6 años quería que le hiciera un bolso para pasar el fin de semana con su mejor amigo. 
“Es normal”, me decía. Nosotros nos negamos, pues los niños no tienen la madurez para estar solos y entender lo que es un juego y lo que no.
Ella nunca atendía a su niño y fue difícil la situación, por supuesto que esto nunca pasó, pero llevaron a otro niño alemán, la madre siempre estaba ausente y dejaba a su hijo con cualquiera. Hay que estar al pendiente de estas situaciones, pues no conocemos a las personas y no sabemos qué pasa en sus casas.

Audio 1:16 
¿Quién soy yo?
Yo soy Gabriela Valentina Reyes Silva, nací en Caracas Venezuela el día 17 de junio de 1973, soy ingeniera de profesión y los eventos importantes que me hicieron pensar en emigrar fueron dos: el primero fue un divorcio muy traumático. Un ex-marido militar de la fuerza armada que no estaba dispuesto a dejarme hacer mi vida junto a Jorge. El segundo motivo, por supuesto fue la situación política y socioeconómica que estaba sucediendo en Venezuela, se veía venir y no la gente no quiso reconocerla.
Audio 7:04
Agradecimiento
Luego de los primeros años de migrante, hay grandes subidas y bajadas emocionales, llegaba un punto determinante en mi vida, entre 2015 y 2017, sucedieron ciertos eventos de violencia muy fuertes en mi Venezuela querida, el pueblo se alzó y los jóvenes se enfrentaron a la dictadura. La respuesta fue obvia, injusta, desproporcionada, cruel y sangrienta.
La prensa y los medios sociales hacían eco de la masacre de muchos jóvenes que eran asesinados por manifestar. Esto tuvo repercusiones en mi vida, esto generaba depresión, tristeza y miedo. 
Todavía tenía familia, amigos y conocidos ahí; la patria dolía. Para castigar a los venezolanos que nos encontrábamos afuera, comenzaron procesos para dilatar la renovación de pasaportes. 
No había pasaportes, los costos subían desproporcionadamente, trataban mal a la gente por teléfono y todo era un caos. Por esa época, a un primo de Jorge se le ocurrió casarse en Florencia, Italia. Y estuve a punto de no ir, no porque no quisiera, sino porque tuve muchísimos contratiempos para renovar mi pasaporte.
Diría que fue un milagro realmente y aparte costó una fortuna. 
Mi hijo y Jorge eran ciudadanos alemanes, así que este problema era exclusivamente mío. Un buen día, me armé de valor; reuní mis papeles y solicité la nacionalidad alemana, yo sabía que eso tendría un precio.
Por causa de convenios entre Venezuela y Alemania, no se puede tener ambas nacionalidades, o sea, tenía que renunciar a mi nacionalidad originaria y, por eso, nunca había pasado por mi cabeza nacionalizarme.
En junio de 2018 decidí ir al consulado de Venezuela a entregar mis documentos. Injustamente para mí, se quedaron con mi pasaporte, mi documento de identidad, mi cédula y hasta mi acta de nacimiento en donde se contaba el día en que mi padre me había presentado en el registro civil.
Y, por falta de insumos en el registro, cuando fui a pedir mi certificado de nacimiento, ellos habían copiado el libro exactamente donde mi papá había firmado. Esto me dolió muchísimo, además de que, normalmente a las personas como Jorge no les quitan sus documentos. Solo le rompían el pasaporte o algo por el estilo.
A mí me lo habían quitado todo; no sabía con quién enojarme más, si con el gobierno alemán que me exigía entregar mi nacionalidad venezolana, o el gobierno de mi patria, que me podía quitar mis recuerdos de casa.
A los otros latinoamericanos les permitían la doble nacionalidad, me tomó un tiempo porque me tomó 8 meses sin documentos y sin identidad alguna. Naturalmente, no
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