"No todo lo que brilla es oro" 

Pinturas

 Michel Villa

Reflexiona sobre la imagen a través de las redes sociales y sitios webs. En la red, se apropian de la imagen, esta se deconstruye, se reconfigura y se codifica de diversas formas. En este sentido, esta pieza abstrae elementos de esa deconstrucción, reconfiguración y codificación, retomando una serie de símbolos y signos que son utilizados en las plataformas virtuales: generando así un diálogo entre cuerpo y espacio a través de la triada íntimo-privado- público con un carácter irónico.

Surgen preguntas como: ¿Qué sucede con la imagen en la red? ¿Existe una transgresión en ella? ¿Quiénes podrían hacer uso de esta? ¿Cómo influye ese uso de la imagen en estas plataformas desde una perspectiva de la apropiación en el arte? o ¿Estos lenguajes y nuevas formas de comunicación aportan algo a la sociedad contemporánea?

La sociedad contemporánea o “Sociedad del Espectáculo”, revela su carácter y devela la imagen que la caracteriza: el Narciso. Hoy por hoy la selfie es el espejo que revela nuestra imagen, en un constante proceso masturbatorio, que obvia límites. 

Facebook es el espacio propicio donde parece conjugarse el “sentimiento oceánico” que requiere el ser humano, para sentir que pertenece a algo. Es el santuario de un nuevo culto, donde se constriñen y recrean nuevas formas estéticas de representación, nuevos códigos y lenguajes, en una incesante cadena de ocurrencias en lenguaje binario; estos desaparecen casi instantáneamente porque la sobre-exposición de la propia imagen la desacraliza, la banaliza, diluyéndola entre una multitud que se postea cada segundo.

Con base al contexto planteado me apropio de las fotografías que encuentro en las redes sociales, únicamente de mujeres. Las imágenes entonces son intervenidas y transgredidas mediante la apropiación en el arte alterando sus cuerpos como los espacios que habitan, así mismo se retoman frases y una gran diversidad de símbolos y elementos que rebosan en estas plataformas virtuales.

El oro vigente en las piezas representa primero los lujos de la sociedad hedonista, exhibidos de una manera exacerbada en las plataformas virtuales, desprivilegiado de un carácter sacro.