Calendario Santa Devoción
Sincretismo y religiosidad colombiana
María Paula Romero y Alejandra Esparza
Gráfica popular
Prof. Roxana Martínez
2021-02
Este calendario nace desde la observación de las practicas gráficas en los sectores populares de Bogotá, desde carteles, grafitis e imágenes donde diversas técnicas o figuras se hacen presentes e incluso comienzan a volverse símbolos o prácticas nacionales. Colombia es un país donde se practica activamente el catolicismo con el 83,5% de la población identificada como católica-cristiana. La misma construcción de los pueblos colombianos gira en torno a la plaza principal, construida alrededor de la catedral o iglesia. Estas plazas comienzan a ser espacios de reunión de la comunidad donde se comparten desde onces en tiendas y cigarrerías hasta celebraciones regionales. La última cena criolla da indicios del carácter religioso de los colombianos, permeados por elementos y productos nacionales, y como se empieza a borrar esa línea entre tradición católica europea y el folclor comienza a hacerse presente en esa imagería religiosa.
✝ LA ULTIMA CENA CRIOLLA DE JESÚS ✝
Este proyecto nace del análisis de la adaptación de la famosa obra “La última cena” de Leonardo Da Vinci, la cual se ha denominado como La última cena criolla, ubicada en el barrio Quiroga al sur de Bogotá. Esta obra se vuelve un manifiesto de la religiosidad del pueblo colombiano y cómo esta comienza a permear actividades cotidianas colombianas como el almuerzo de lechona. Desde el diálogo de los elementos usados en este mural, se revelan aspectos sociales y culturales de lo que significa ser colombiano y cómo esta identidad se compone de una hibridación de creencias. Es partiendo de esta idea, donde se comienza a hacer un análisis de cómo esta superposición de creencias religiosas y folclóricas se manifiesta en diversas fiestas nacionales y actividades regionales.
En el proceso de investigación y análisis de la adaptación, se encontraron estudios que afirman que la hibridación y la reconstrucción simbólica de una comunidad son permitidas gracias a las prácticas pagano-religiosas de sus integrantes (De la Torre, 2021). Por ejemplo, se menciona que, en el caso de las fiestas patronales, de cierta manera, estas llegan a ser una forma de celebrarse a sí mismos. El calendario Santa devoción 2022 parte de esta premisa, llevándonos al estudio de las celebraciones y festividades representativas de Colombia.
Se tomó el formato de un almanaque, como el que venden en la plazas de los pueblos o en las tiendas y calles cercanas a iglesias y capillas. Este es un elemento presente en varios de los hogares colombianos, e incluso existe la práctica de comprar uno en los primeros días de enero. Pero en lugar de poner la foto de un santo en cada mes, se hacen collages qué demuestran de manera gráfica ese sincretismo que nace en la investigación. Esos mismos santos son los que comienzan a celebrar esas festividades paganas, como por ejemplo la Santa familia en un paseo de olla en Enero, San Francisco de Asis pidiendo dulces junto a San Juan Pablo II, Santa Laura Montoya y un grupo de niños en octubre, o un pequeño niño Jesus siendo presentado sobre una carroza de carnaval en febrero.
