//TRABAJO PERSONAL. Escogí uno de mis cuentos favoritos, el que más me hizo reír y el que más me hizo soñar, Alicia en el País de las Maravillas, y mostré mi punto de vista respecto a una historia que se ve diferente según vas creciendo y las experiencias de la vida te van cambiando. Cuando eres niño te imaginas que eres parte de ese mundo y te hace creer que todo se puede hacer realidad; desde la mirada de un adulto habla del mundo real, de locos y tiranos, de cambios constantes y de momentos monótonos maquillados de fantasía;y desde un punto de vista más positivo, donde lo mundano se convierte en mágico.
EL TIEMPO// El tiempo, como el resto de los elementos del cuento, es ilógico e irracional. Dentro del cuento, es un personaje más, aunque nunca aparece, siempre está presente, sabemos que existe, que es parte de nuestra vida, pero nunca lo hemos visto. Lo representamos en calendarios y relojes, se refleja en nuestras caras y cuerpos, en las estaciones del año, es como un pariente lejano que nunca has visto pero sabes que existe. Dentro de la historia se reflejan tres tipos de tiempo, el tiempo cronológico, el tiempo perseguido y el tiempo estancado y monótono.
El tiempo perseguido por un conejo siempre nervioso refleja el día a día de las personas de este mundo, siempre erráticos y cegados por llegar a tiempo, por estar en el sitio a la hora acordada, es un condicionante de la vida actual en las ciudades de todo el mundo.
El tiempo monótono sufrido por un sombrerero loco como un castigo, siempre estancado en la hora del té, hace una reflexión sobre la vida invariable y vacía de emociones de las personas que siempre repiten las mismas acciones días tras día de forma mecánica.
Es irónico cuando te paras a pensarlo, personas que siempre corren detrás del tiempo pero que nunca se mueven, como una noria que siempre gira y gira pero siempre está en el mismo sitio para recreo de los demás.
LA IMAGINACIÓN ES EL PUNTO DE INFLEXIÓN// Partimos de la base de que lo que no existe, te lo puedes imaginar. Alicia es una niña, casi adolescente llena de imaginación y creatividad, pues la propia inocencia le da esa fuerza y ese mundo lleno de magia y de locura donde reina el caos y lo ilógico. La belleza del País de las Maravillas es precisamente la belleza que hay en la cabeza de Alicia, es su reflejo interno, sus temores, su caos, su locura, las cosas que no entiende, pero también están las cosas que le gustaría hacer y decir, las que le dan valor, las que le hacen ser feliz y reír y las que le dejar expresar lo que siente en este momento de cambios.
Ella es capaz de hablar con un gato que desaparece cada vez que quiere, de pintar una flor o de ser tan grande como una casa, ella es capaz de hacer que todo sea posible, pues sólo tiene que imaginarlo.
LO MISMO NO ES IGUAL// Alicia dentro del cuento siempre es la misma persona pero nunca es igual, crece y encoge, a veces lo controla y a veces es inevitable. Se puede decir que Alicia está madurando, está empezando a notar los cambios físicos de la pubertad, cambios que a veces puede racionalizar y otros que la frustran y enfadan. En algunas ocasiones esos cambios le hacen sentir incómoda rara y otras indefensa, nunca tiene la estatura normal porque ella siempre está en un cambio continuo.
Dichos cambios físicos influyen en los cambios psíquicos, ya no sabe bien quien es, sabe que es Alicia pero ya no es Alicia, por lo menos no la misma, pues las cosas que vive, las enseñanzas que aprende condicionan su forma de pensar, su forma de ser.
Alicia es la misma Alicia pero ya no es igual a como era cuando era una niña.
