Fito es un animal interactivo que cambia de color reflejando la conducta de los niños dentro de la sala de clases.
A los niños les cuesta comer consciencia de su propia conducta y esto tiene consecuencias en el aprendizaje al no poder generarse la concentración y ambiente adecuado. A través de colores que Fito demuestra, ellos pueden darse cuenta de cómo se están comportando y mejorar su conducta.
Funciona a través de un sensor de audio que toma los distintos niveles de sonido. De esta manera Fito cambia de color de manera similiar a la luz de los semáforos (verde, amarillo y rojo).
La profesora también puede intervenir en el estado de ánimo de Fito. Con el buen y mal comportamiento de los niños la profesora otorga o resta puntos que simbolizan COMIDA, AGUA y CARIÑO, para que los niños cuiden a Fito.
Fito está construido por piezas diseñadas en rhino y cortadas con CNC. Y en su interior tiene una placa de arduino conectada a leds de colores, sensor de sonido y botones, que permiten su funcionamiento.
