Hacia finales del mes de julio de 2021 con colores, arte y música, se llevó a cabo la protesta Yo Marcho Trans.
Creada desde el 2012, esta protesta es catalogada por sus participantes, como una disidencia a la marcha tradicional del orgullo gay.
Sus motivos: Apartarse de una celebración motivada en su mayoría por intereses comerciales y abrirse un espacio propio, ya que piensan el mes del pride como una zona para sujetos privilegiados, exclusivos.
Conciben que no puede darse un festejo ya que, para la fecha actual 27 mujeres trans han sido asesinadas, según la Red Comunitaria Trans, una organización de base comunitaria que trabaja por los DD.HH de personas trans en contextos de marginalidad, vulnerabilidad y violencias.
Y sus motivos de protesta no acaban allí. Denuncian que son victimas de la violencia policial, que las reprime y discrimina por como son. Por ello, han liderado una campaña titulada "Toloposungo" (Todos los policias son una gonorrea) para hacer visible su voz de inconformidad ante esta situación y exigir un cambio estructural en la policía nacional.
Porque denuncian además, que con la llegada de la pandemia y las malas condiciones que ya existían en el sistema de salud colombiano, sus oportunidades de acceder a una atención en salud física y mental han disminuido.
Esto se puede ver reflejado en el caso de Alejandra Monocuco: Victima del conflicto armado y trabajadora sexual para subsistir, murió el 29 de mayo de este año, tras no recibir la atención medica de manera oportuna y adecuada, como lo narran sus compañeras que, tras ver que Monocuco se sentía ahogada por no poder respirar, pensaron que podía ser un probable caso de Covid-19. Llamaron a las autoridades médicas que se demoraron una hora en llegar y tras un chequeo, concluyeron que había sufrido una sobre dosis. La Madre Leidy, mujer trans que se encarga de ayudar a otras mujeres trans en los barrios del centro de la ciudad de Bogotá, insistió a los paramédicos que la condición de Alejandra era grave y que, por ende, tenía que ser remitida a un hospital, ya que era VIH positivo.
Al enterarse de esto, la Madre Leidy comenta que, los paramédicos con cara de desagrado se alejaron de ella y le indicaron solamente no darle de comer. 40 minutos después, Alejandra fallece. 6 horas luego, es embalado su cuerpo, sin ningún tipo de protocolo de bioseguridad ante la posible presencia del virus Covid-19, relatan en un video compartido en redes sociales.
Este caso está en proceso de investigación para dar claridad a los hechos y determinar si los paramédicos actuaron o no con negligencia. Las autoridades públicas tienen los ojos encima. Aun así, la comunidad trans advierte que Alejandra Monocuco fue víctima de un deplorable sistema de salud, que la discriminó y ocasionó su muerte.
