Transfobia en Paraguay l La opinión de los medios de comunicación y psicólogos
Actualizado: 20 de jun de 2020
Reportaje
“«No somos peligrosas, estamos en peligro»
“La situación de violencia y la violación de derechos humanos de las personas trans no son hechos aislados, sino algo frecuente y diario”, enuncia Yren Rotela, reconocida activista por los derechos de las personas trans, LGTBI+ y trabajadoras sexuales, al referirse sobre el caso de la mujer trans violentada en la ciudad de San Lorenzo y su repercusión en los medios de comunicación, especialmente en un programa de tv.
En el referido programa de tv, en horario central, conocido por su posición anti derechos, sus panelistas, entre ellos una licenciada en psicología, en vez de tomar la denuncia con seriedad y respeto, siendo el caso un hecho de violencia por razones de odio, abordaron el tema con burlas, con comentarios despectivos, hirientes y groseros hacia la persona violentada.
En una investigación realizada por la asociación Panambí, para el material “Violencia e Impunidad”, en la cual analiza algunos casos de homicidio de personas trans en nuestro país, la misma concluye que solo uno de ellos recibió condena penal. La referida asociación lleva 10 años de vida institucional trabajando por el reconocimiento de los Derechos Humanos de las personas trans, travestis, transexuales y transgénero en Paraguay.
Existe igualmente un caso paradigmático por su ejemplar condena. Es el caso del asesinato de Romina Vargas en 2017, el cual debe permanecer en nuestra memoria como símbolo de lucha por llegar a que se haga justicia. Luego de dos años de juicio, su asesino Blas Enrique Amarilla, fue condenado a la pena privativa de libertad de 25 años. Un significativo hito de esperanza en la dolorosa historia de asesinatos impunes de mujeres trans y travestis en nuestro país, que en nuestra era democrática se cuenta 61 casos sin resolver.Situación penosa que interpela a las autoridades judiciales, en especial a los responsables de las investigaciones del Ministerio Público.
¿Cuáles son los motivos que llevan a cometerse crímenes de odio en nuestro país? ¿Por qué estos hechos son abordados, por cierta parte de los medios de comunicación, con tanta ligereza, irrespeto y hasta burla hacia personas en situación de vulnerabilidad, como el reciente caso comentado?
Hay mucho por hacer en el campo de la cultura y de la educación en derechos, en valores de respeto a la diversidad y a la persona humana.
Con el fin de tener el punto de vista profesional nos pusimos en contacto con el Licenciado Ariel González Galeano, psicólogo con máster en sexología, general manager de ECIS (Educación, Clínica e Investigación en Sexualidad) quien contestó nuestras preguntas acerca de esta situación y de los comentarios emitidos en televisión que afectan a la integridad de personas LGBTIQ por parte de una colega suya, que en muy reiteradas veces va en contra de fundamentos científicos.
“Cualquier personal de salud, más todavía yo, que soy un personal de salud mental, donde sabemos que las expresiones y las palabras cobran un peso muy importante en la salud de las personas, hay que tener mucho cuidado. Se supone que un profesional de la salud mental sabe qué decir, cuándo decir, cómo decir y a quién decir, porque sabemos que las palabras también hieren. Inclusive hay profesionales, colegas, que van mucho más allá, dicen que las palabras también matan. Hay demasiados estudios que hablan de cómo el bullying, y el bullying por ejemplo en redes sociales, tiene una incidencia directa en pensamientos depresivos e intentos suicidas en adolescentes, y sobre todo en población no heterosexual, en eso incluido las personas con identidad trans. El índice de violencia no es solamente hacia su identidad, es también hacia negarle los servicios de salud, es también negarle el derecho al trabajo, derecho a la vivienda, es una violencia lastimosamente sistemática”.
¿Cuál es la medida que se debe de adoptar ante psicólogos y psicólogas con prejuicios, sobre todo aquellos que tienen una labor de comunicadores?
“Si una persona, en este caso bajo el título de soy profesional de la psicología y hago este comentario, está faltando a la ética profesional y por un lado atenta contra el bienestar de la salud, en este caso de una población en particular, pero en realidad esto hay que tener mucho cuidado con cualquier tipo de población; por eso se supone que nosotros somos especialistas en donde la palabra es nuestra herramienta de trabajo ya sea la escrita o la hablada. Pero si en efecto se refirió de manera burlona o se refirió atentando contra el conocimiento científico eso hay que denunciar y yo hasta sugeriría que se haga una nota dirigida no solamente al medio de comunicación que permitió que se de ese posicionamiento, sino también a la Sociedad Paraguaya de Psicología, a la Sociedad Paraguaya de Psiquiatra y también a la Dirección de Registros del Profesional e Instituciones de Salud del Ministerio de Salud Pública, para que tomen cartas en el asunto”.
Los medios de comunicación recrudecen la violencia, esto empeora y afecta emocionalmente a las personas afectadas, como también a gran parte de la comunidad que queda re victimizada. Como profesional, ¿cuál es su recomendación para que los medios tengan en cuenta la salud mental y la integridad de las personas?
“Es mucha educación, mucha educación y sobre todo mucho respeto. Yo creo que, que uno esté en un medio de comunicación no le da derecho a nadie a hacer un prejuicio de valor y mucho menos utilizar ese espacio como canal de burla o de atentar contra las personas. Hay veces que las personas pueden decir “ah bueno yo lo que quiero, lo que pienso” pero, si lo que yo quiero y pienso es un discurso de odio es un atentado hacia las personas, eso ya no es la libertad de expresión, eso ya es un discurso de odio y el discurso de odio tenemos demasiada experiencia en la humanidad como el nazismo, como el discurso de odio hacia personas negras y evidentemente el discurso de odio hacia personas con identidades trans tiene una repercusión negativa. Entonces, no es no más: digo lo que quiero, lo que pienso; porque se está atentando no solamente contra la salud de las personas, se está atentando contra la vida de las personas. Hay que tener mucho cuidado si estás en un lugar donde miles y miles de personas te están teniendo a vos, es una responsabilidad y si esa profesional asume que por un lado es una comunicadora y por otro lado está como profesional de la salud mental, con mucha más razón tiene que tener cuidado con lo que dice y conducirse éticamente, profesionalmente. Esto no es sano, esto genera muerte; o sea, ya no es una cuestión de si ya está bien o está mal. A mis alumnos les digo que no tienen que decir las cosas por decir no más, tienen que ser éticos y basarse en ciencia. En el momento en que alguien tiene el título de psicólogo sabe que tiene una responsabilidad y lo que decimos tiene que ver con el Código de Ética mínimamente y por supuesto las leyes que rigen también; y, si bien no tenemos una ley contra toda forma de discriminación en Paraguay que esté fomentada, reglamentada y estructurada, igual tenemos una Constitución que habla sobre el derecho a la no discriminación, tenemos Convenciones Internacionales. Igual tenemos un Plan Nacional de Salud Sexual y Salud Reproductiva, entonces tenemos otros instrumentos que tenemos que utilizar y recordar que la diversidad es lo que nos hace seres humanos”.
Ser profesional de la salud y tener la posibilidad de ser portavoz de un país, es un arma poderosa para generar cambio político, y la psicología es política, y la psicología presente en medios de comunicación debería de brindar bienestar a todas las personas y no al grupo de poder patriarcal, cisgénero, conservador y burgués. Ser comunicador es transmitir realidades. Y como dice Ryszard Kapuscinski: “Para ser buen periodista hay que ser buena persona” que se aplica a todas las profesiones humanistas.
Compartimos las expresiones del Lic. González Galeano, y en especial su recomendación para el abordaje de estos temas “mucha educación, mucha educación y, sobre todo, mucho respeto”.
Para las personas que quieran brindar su ayuda económica, así como el aporte de productos de limpieza y medicamentos analgésicos para la trans violentada que a la fecha aún se halla hospitalizada, el grupo activista por la resistencia travesti y no binarie, Transitar Paraguay, nos brindó un número de contacto el 0986-22024 para acercar sus contribuciones.
