Sin el cuerpo no existirían las sensaciones del cruce de los umbrales, no existiría la sensación de elevación ni la de altura e ingravidez.
El cuerpo es la plataforma de lanzamiento del cohete. En su cápsula el alma contempla a través de la ventanilla la misteriosa noche estrellada y se queda deslumbrada.
Clarissa Pinkola.