No todos los hogares
tienen el mismo techo
En la localidad de Bosa, al sur de Bogotá, quedó la promesa de la ampliación de la avenida Primero de Mayo, una de las más emblemáticas de la capital. Al no llevarse a cabo la obra y con el pasar de los años, la comunidad se apropió de este terreno convirtiéndolo en estacionamiento para vehículos, acopios de reciclaje, e incluso cambuches para vivir. Así pues, al día de hoy encontramos carros en deterioro o eventual uso, cúmulo de llantas y cartones, personas que se dedican al reciclaje, la venta ambulante o el cuidado de los mismos carros, y algunas familias migrantes que logran subsistir en este particular terreno en medio de las casas que avanzan al ritmo de la urbanidad informal.
No todos los hogares tienen el mismo techo es como decidí titular este proyecto, puesto al recorrer el terreno se encuentran vestigios y dinámicas propias de la vida doméstica; es un espacio que se ha vuelto habitable en medio de sus condiciones peculiares. A lo lejos parece un espacio abandonado, pero en realidad es un lugar seguro de vecinos que se cuidan entre sí, como si estuvieran bajo el mismo techo.
(Bosa, Bogotá, 2021)
