Trabajo Práctico para la materia Ilustración.
Cátedra Roldán . Universidad de Buenos Aires.
Año 2013
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Libro ilustrado.
(Tapa. Retiración tapa. Portadilla. 3 dobles. Retiración contratapa. Contratapa)
Texto: Olga A. de Linares.
Ilustraciones: Alex Szamuniko.
quiero soltarla no me dejan.
Porque soy muy chica y temo a los dedos que silencian, a las cabezas que niegan, a las manos que, de seguro, no vacilarían en taparme la boca si violara sus órdenes.
Pero hoy amanecí distinta, no sé por qué. Y en la panza siento unas cosquillas, un temblor de alas y, cuando me miro en el espejo, tengo los ojos llenos de pintas verdes y doradas, y en la piel un brillo como de sol iluminando desde adentro.
Palabras vuelan
Yo tengo una palabra preferida, mía, secreta. No sé qué quiere decir, pero cuando la pienso la boca se me llena de verde, y me parece que oigo volar pájaros, y que un sol apaciguado como una hoja de otoño me acaricia los ojos.
Pero cuando quiero soltarla no me dejan.
Se ponen el dedo sobre los labios, o sacuden la cabeza de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, o dicen que no hay que perder el tiempo diciendo tonterías, o repitiendo palabras que no sirven para nada, que no compran, ni venden, ni señalan, ni enseñan, palabras inútiles.
Hay que ser prácticos, me dicen, y obedientes, y aprender que en el mundo no hay lugar para ella, que ya hay muchas, demasiadas, dando vueltas por ahí.
Nadie necesita que yo pronuncie esa o cualquier otra que se me ocurra; el silencio es salud, en boca cerrada no entran moscas, el tiempo es oro, eso me dicen, y otras cosas por el estilo.
Y hasta ayer yo bajaba la cabeza, obedecía, callaba, tragándome las letras una a una, como si fueran piedritas grises o secretas semillas... Porque soy muy chica y temo a los dedos que silencian, a las cabezas que niegan, a las manos que, de seguro, no vacilarían en taparme la boca si violara sus órdenes.
Pero hoy amanecí distinta, no sé por qué. Y en la panza siento unas cosquillas, un temblor de alas y, cuando me miro en el espejo, tengo los ojos llenos de pintas verdes y doradas, y en la piel un brillo como de sol iluminando desde adentro.
Algo quiere salir de mi boca, apropiándose de mí con su propia prepotencia, rebelde, tan implacable como el amanecer. Mis labios se abren y una luz acuática brota, se expande...
Envuelta en ella, mi palabra se hamaca en el aire, abre las ventanas, se hace trino, nube, globo de colores, sube, deshace el gris, ignora las rejas y vuela.
Me asomo y veo florecer dedos y rostros, las cabezas antes gachas se alzan hacia el sol que, alegre como una campana, los bruñe.
Y todas las bocas se abren, y todas las palabras prisioneras vuelan, libres al fin, como una plegaria, un canto, un himno...
