LA LIBERTAD DESEADA
Por: Laura Camila Dueñas Rodriguez
Los seres humanos somos un animal despiadado, poco consciente e impulsivo, a medida que pasa el tiempo nuestra sociedad colombiana se pierde en un constante anhelo por ser libres, autónomos y justos, lo cual me hace analizar, cuál es la concepción que tenemos referente a estos términos.
Acaso la libertad es solamente hacer lo que quiero, actuar bajo mi conveniencia y decir lo que me plazca, muchas veces hemos escuchado o propiamente evocado estas tan maravillosas palabras “yo soy un ser libre y no me pueden obligar” o muchas otras frases celebres, sin embargo, en esas ocasiones estamos pasando por encima de una o barias personar, el ser libre es poder tener la capacidad de pensar, opinar, actuar, creer y demás bajo la autonomía sin vulnerar al otro individuo, sin atacar, violentar o desmeritar al otro por unas tantas diferencias o por opuesto que sea a mi pensamiento.
Debemos tener presente que no estamos solos en este país y mucho menos en este mundo, estamos siempre viviendo en comunidad, lo cual quiere decir que una acción que realice trae consigo una consecuencia la cual afecta a tu alrededor, somos una sociedad que carecemos del sentido de otredad, estamos sumergidos en relaciones liquidas y microrevoluciones mal ejecutadas, queremos tomar la justicia por nuestras manos, queremos combatir la violencia con mas violencia.
Estamos acostumbrados acostumbrados a vivir en una sociedad donde el mas fuerte es el vencedor, en donde a cada instante nos estamos juzgando, violentando y dividiendo en bandos, según esos y muchos otros parámetros impuestos por nosotros mismos somos etiquetados y tratados, que si eres ambientalista eres un hippie mamerto, pero si estas en búsqueda de la igualdad de derechos eres una feminazi mamerta, pero si eres un hombre que apoya la igualdad eres un pinche marica, incluso si eres pro aborto sin importar el por que de tu pensamiento vas a ir al infierno y arderas por la eternidad… y miles de ejemplos mas encontramos en nuestro diario vivir.
Estamos urgidos de tener un escalofrió epistemológico, nosotros damos por sentado que solo existe una realidad, que es mi realidad, pero si nos tomamos un minuto y vemos que estamos rodeados de infinidades de realidades, que cada individuo es un resultado de una construcción social, de creencias, herencias, experiencias y más, que lo han marcado y a base de esto sigue construyendo su realidad.
Deberíamos buscar y ejecutar esa tan llamada libertad en una zona de tolerancia, de comunidad, de guerras llenas de paz, de críticas constructivas, de cero aceptación por la violencia, de respeto y apoyo, desarraigarnos de tanta basura conceptual llena de mentiras e ironías, de estar echándonos la culpa unos a otros de lo que nos sucede y empezar a accionar redes de apoyo que creen microrrevoluciones que efectúen pequeños pero sustanciales cambios en la sociedad, se que suena un poco idealista pero quizás prefiero ser un poco positiva ante el futuro de mi país, quizás solo sea una pequeña e inalcanzable realidad, pero quizás es solo una pequeña bandita que trata de cicatrizar tanto dolor, indignación y repudio que siento ante actos tan atroces que suceden en Colombia.
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