Café Epitacio nace como una iniciativa por parte de un hijo que desea hacerle un homenaje a su padre, un hombre amado y querido en la región del eje cafetero, más exactamente en San José un municipio del departamento de Caldas, Colombia.
Genere un universo visual que fuera llamativo tanto para su iconografía como en sus colores, y claro está, en la relación entre elementos y el concepto que va muy ligado a la finca donde se produce la mayor parte de la producción de café.
El Jardín, nombre curioso para una finca productora de café, un jardín lleno de flores, colores y sabores que buscan en su aroma sea disfrutado hasta la última gota como un fruto del amor a su familia y a su tierra.
De allí parte la conceptualización y el diseño buscando manejar un equilibrio entre lo que es el peso visual de la tipografía con formas onduladas y un tipo de ilustración que marca un lenguaje diferente en relación a su nicho. Un Jardín.
La relación entre los granos, las hojas, el café tostado y las flores buscan una relación cromática propia entre rojos, verdes, azules y violetas una sincronía propia de la naturaleza como universo que le da un carácter único a la marca buscando siempre ese equilibrio y significado de imágenes y figuras para el placer de los sentidos de una larga tradición cafetera.
En la conceptualización de la marca se busca que se produzcan diferentes clases de cafés generando estilos o modos de hacer “jardines visuales” muy ligados a su producción, puesto que cada empaque requiere unas condiciones visuales específicas dentro del universo de la marca.
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