Made in Spain es una publicación de la marca de zapatos Pedro García, Premio Nacional de la Industria de la Moda y posicionada en el segmento del lujo. Se trata de un proyecto editorial de branded content con el formato de un periódico, en el que cada número se dedicó a un lugar de España diferente y se utilizaba como entorno para mostrar la nueva colección. El contenido editorial se centró en la artesanía de la zona y los maestros que la mantenían viva, así como sus tradiciones y gastronomía. La marca se vinculó así con la excelencia de lo hecho a mano. Me responsabilicé de la búsqueda y creación de contenidos, redacción de artículos y reportajes así como del copywriting en inglés y castellano. El proyecto ganó en dos ocasiones el Premio Laus.
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El número se centra en una Ibiza que pocos conocen, la rural. La que tiene no tiene uno sino tres trajes típicos y rituales en los que las novias llevan 24 anillos de oro en las dos manos, tres en cada dedo menos los pulgares. La que los ibicencos quieren rescatar para recuperar su identidad. Saben que el patrimonio cultural de su isla, olvidado con el turismo de los 70, estuvo a punto de perderse y por ello ahora lo difunden a través de los grupos de baile tradicional, el ball pagès, actualmente más popular que nunca.
Portada del número y del cuaderno central.
Editorial.
Copy inicial, psicodélico, lujoso, bohemio, guitarrero y hedonista como la colección.
La Ibiza rural y desconocida en la portada del cuaderno central,
El dicho inglés que titula el reportaje principal, "Orgulloso como un pavo", hace referencia a la danza, casi ritual acrobático, con la que el pretendiente corteja a su futura novia en el "ball pagès". Intenta impresionarla brincando a su alrededor, mientras ella –con la mirada fija en el suelo– deambula modosa y azorada, con pasos cortos y seguidos, como impulsada por ruedas ocultas bajo la falda.
La novia deja la casa paterna solo con la ropa y las joyas que lleva puestas. Las más afortunadas llegan al altar con los 24 anillos de oro tradicionales, 3 en cada dedo menos los pulgares, y con los collares, cadenas, cruces, broches, medallas, talismanes y amuletos que le cuelgan desde los hombros a la cintura y que componen la "emprendada".
En Ibiza conviven 3 trajes típicos diferentes y extremadamente elaborados. La gonella blanca, la falda más conocida y de la que surgió la moda Ad-Lib en los 70, y también la de color, son en realidad vestidos muy pesados y calurosos por las 12 enaguas de color que deben llevar debajo.
El "ball pagés" se ejecuta al son de la flauta, el tambor y en ocasiones de un instrumento metálico de percusión que se asemeja a una espada sin empuñadura. El cuarto y más sonoro instrumento son unas grandes castañuelas de madera que los bailarines hacen repicar mientras dan patadas en el aire que llegan a la altura de sus cabezas.
El "land artist" de Melbourne, Andrew Rogers situó su obra "Time and Space – The Speed of Life" cerca de cala Llentia con vistas al islote de Es Vedrà. Un monolito de 10 m de basalto recubierto de pan de oro en su extremo donde el sol se refleja antes de ponerse en el mar, que pudo instalar gracias al mecenazgo de Guy Laliberté, fundador del Cirque du Soleil. Un lugar místico para cumplir con el rito ibicenco del culto al sol.
