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Portafolio de textos y Narraciones

Portafolio de Textos y Narraciones
Acerca de mĆ­:
La escritura y lectura me resultan fascinantes y empleo gran parte de mi tiempo libre en ambas actividades; tengo experiencia en narraciĆ³n y locuciĆ³n profesional en la radio formando parte de programas bastante conocidos en el centro de mi paĆ­s natal Venezuela.
Siento que tengo habilidad para plasmar emociones a la hora de narrar una historia, respiraciĆ³n, ritmo, tono, todo eso en armonĆ­a para que sea mĆ”s que la simple suma de sus partes.
DedicaciĆ³n y constancia son las palabras que creo que mejor me definen.
He aquĆ­ un pequeƱo compendio de textos y narraciones hechas con cariƱo y dedicaciĆ³n.
Ocaso carmesĆ­
ā€¦ hacĆ­an que justo al atardecer el suelo y todo en el parque se tiƱera de un tono carmesĆ­, casi un presagio del porvenir, de los planes que se efectuaban en un gran salĆ³n escondido varios cientos de metros bajo tierra. AllĆ­ se reunĆ­an por vez primera en cien aƱos los lideres de los 7 dogmas que rigen el mundo, dogmas de los cuales el mundo ya hace tiempo ha olvidado,Ā pero siempre manteniendo de alguna formaĀ el poder y las influencias suficientes para desaparecer paĆ­ses enteros, sin embargo ellos siempre han operado en las sombras, a escondidas de la humanidad, siempre con el temor de que en su imprudencia, por miedo o por mera ambiciĆ³n se destruyeran entre ellos y se llevasen consigo Ć©ste mundo.Ā EsĀ por ello queĀ era urgente reducir sus nĆŗmeros, era urgente que acabasen sus conflictos, una intervenciĆ³n directa no harĆ­a mĆ”s que generar caos y desolaciĆ³n, no, debĆ­an ser sutiles y especialmente ahora, la Ćŗnica certeza es que el sesenta por ciento de la poblaciĆ³n serĆ­a erradicada, la cuestiĆ³n era acordar el mĆ©todo. Mientras tanto en el mundo exterior se acercaba la noche, acentuando el carmesĆ­ en el ambiente, la estatua que marcaba el centro de aquel parque dejaba de ser una figura amable y se tornaba siniestra, algunos podrĆ­an afirmar incluso que miraba con desdĆ©n o con malicia a los pobres humanos que caminaban en su entorno, pues serĆ­a testigo de primera mano de lo que estaba a punto de ocurrir.
ĀæPor quĆ© luchas?

ĀæLuchas por tus colonias? ĀæPor tu honor como especie? ĀæPor tu familia? Ninguna de esas cosas les servirĆ” contra nosotros, porqueĀ ustedes estĆ”n limitados por sus valores, por su ambiciĆ³n, por su egoĆ­smo, por su limitada imaginaciĆ³n e inclusive por su propia carne, mientras que nosotros nos movemos con un Ćŗnico objetivo, consumir y erradicar por completo especies como la tuya... frĆ”giles y temerosos de lo desconocido, nosotros no somos como ustedes ni como ninguna otra especie de la que tengan conocimientos, no nos detenemos por nada, nunca descansamos, nunca dormimos y somos... Eternos, por eso pequeƱa escoria, sĆ³lo por eso, nunca tuvieron oportunidad.

Un aliento agĆ³nico.

El cenado galĆ”ctico se mostro perplejo ante aquel echo, era indiscutible tal logro, lo que realmente desconcertĆ³ a todos fue el uso que le dieron, el cĆ³mo en lugar de utilizar la energĆ­a resultante de dividir el Ć”tomo para desarrollar sus tecnologĆ­as, crear prosperidad y paz para su gente, lo usaron como un arma, un arma muy aterradora. Ninguna especie tan primitiva como la de los humanos habĆ­a sido capaz antes de tal hazaƱa, y son inexistentes las razas que las hayan utilizado para guerras sin sentido dentro de su biosfera de origen... era algo simplemente aterrador ĀæQuĆ© serĆ­an capaces de lograr si les daba el tiempo suficiente para que salieran de su planeta? ĀæSerĆ­amos capaces de detener el avance implacable de una especie que muestra tener una sed de destrucciĆ³n y guerra sin precedentes? El cenado llegĆ³ a la conclusiĆ³n de que a menos que muestren ser hostiles a otras especies inteligentes, no habrĆ­a porque tratar de erradicarlos, no podĆ­amos permitirnos actuar por miedo, aunque todo indicaba que nada bueno resultarĆ­a de eso.
Mas temprano que tarde lo lograron, hacĆ­an viajes entre planetas, entre sistemas cercanos a ellos inclusive, se mostraron curiosos, ansiosos de encontrar algo mĆ”s que simples planetas inhabitados repletos de recursos por explotar, cada nueva colonia, cada nuevo mundo, cada nuevo sistema bajo su poder les daba dĆ©cadas, sino que siglos de avance de golpe, no nos explicĆ”bamos como en tan solo un par de siglos su tecnologĆ­a habĆ­a logrado avanzar tanto, y fue entonces cuando entablamos el primer contacto, desconfiados, sin embargo ellos parecieron actuar siempre de buena fe, sin otras intenciones mĆ”s allĆ” de mejorar sus tecnologĆ­as, ampliar sus mapas, sus conocimientos, su capacidad de producciĆ³n y por sobre todo, encontrar con quienes comerciar. Luego de ese primer contacto se volvieron increĆ­blemente prĆ³speros en la comunidad galĆ”ctica, logrando obtener su propio puesto en el cenado de forma bastante rĆ”pida, sĆ³lo un par de siglos les tomĆ³ establecerse como los principales agentes mercantes de la galaxia, pero asĆ­ como ganaban aliados, importantes socios mercantiles, y se afianzaban como una potencia comercial, tambiĆ©n crecĆ­a el desprecio en cierto sector de la galaxia; los GlaxdarĆ­, antiguos reyes del comercio, habĆ­an visto como su lugar habĆ­a sido fĆ”cilmente arrebatado por los humanos.
Los GlaxdarĆ­ atacaron primero, afectando las rutas comerciales, conquistando colonias clave en los llamados "pasos comerciales" que les facilitaban el transito de sistema en sistema a los humanos, quizĆ” los GlaxdarĆ­ ya no eran la potencia comercial que eran antes de la llegada de los humanos, pero seguĆ­an teniendo uno des los ejĆ©rcitos mĆ”s formidables y temibles que pudiera haber, o eso pensaban, subestimaron a los humanos, olvidaron que ellos nacieron luchando, asĆ­ que se podrĆ­a decir que su cultura estĆ” construida al rededor de la guerra, del conflicto y del comercio, parece ser lo Ćŗnico que conocen, lo Ćŗnico que saben hacer. Nadie esperaba que respondieran con tal contundencia, se esperaba una respuesta sĆ­, pero nunca de tal magnitud, a tal escala, y con tal eficiencia y precisiĆ³n.
Los humanos lograron repeler las fuerzas GlaxdarĆ­ y retomar el control de sus colonias, la guerra habĆ­a comenzado, y lo que en algĆŗn momento eran fabricas dedicadas a la producciĆ³n de dispositivos que facilitaban la vida de los humanos y de tantas otras especies, se volvieron fundiciones y forjas para la producciĆ³n armamentĆ­sticas casi de la noche a la maƱana, vimos con horror y fascinaciĆ³n como se libraba una guerra sin precedentes entre una facciĆ³n que era temida por su poder militar y alcance, y otra que reciĆ©n habĆ­a alcanzado el nivel tecnolĆ³gico medio galĆ”ctico. Era impactante ver como el gran ejercito GlaxdarĆ­ iba cediendo poco a poco dominios, control, como cada vez las fuerzas humanas crecĆ­an en numero, en potencia, era un mĆ”s increĆ­ble ver como despuĆ©s de someter mundos y colonias enteras, dejaban a los civiles viviendo en paz, no los esclavizaron como pensamos que harĆ­an, se limitaron a expulsar las fuerzas militares y establecer bases allĆ­ para posteriormente reabastecerse, inclusive ayudaban a la reconstrucciĆ³n del lugar luego de que todo terminara, entonces ĀæQuĆ© buscaban los humanos con Ć©sta guerra despiadada? Un comandante humano fue claro y breve al respecto "Ellos empezaron Ć©sta guerra, queremos subyugar su ejercito, disolver su dominio y su iluciĆ³n de control, queremos fracturar su gobierno, queremos que saboreen el amargo sabor de la derrota, sĆ³lo entonces estaremos satisfechos", y en efecto lo cumplieron, del antiguo gobierno GlaxarĆ­ no quedaron ni los cimientos, su especie siguiĆ³ viviendo en paz pero bajo el gobierno humano, y se volvieron un amargo recordatorio de lo que sucede cuando molestas a un gigante que estĆ” dormido... los humanos me dan miedo.
No lo entenderĆ­as
Al borde del abismo
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