Este proyecto comenzó como una manera de reutilizar materiales de desecho para convertirlos en piezas de diseño. La madera con la cual se fabrican los módulos proviene de la estructura de tarimas utilizadas en conciertos, ferias y plazas de mercado y fue encontrada en el barrio Prado Pinzón en Bogotá abandonadas entre las calles del sector que se caracteriza por ser lugar de marqueterías y carpinterías.
Se re-significó el material convirtiéndolo en piezas triangulares de distintos tamaños, los cuales se acoplan a la longitud de los listones de madera de tal forma que al ensamblar las piezas no se genera desperdicio.
Este proyecto fue creación conjunta con David Chicaeme y Valentina Giraldo