Mi documento dice Rosario, pero todo el mundo me conoce como Charo. Desde que tengo memoria quise ser creativa publicitaria, sueño que cumplí en 2012. Las agencias de publicidad me enseñaron a trabajar en grupo, a sobrevivir a los deadlines, que no hay vida antes del café y que el cliente -no- siempre tiene la razón.

Mi carrera como directora de arte dio un vuelco cuando descubrí mi verdadera pasión: el diseño gráfico. De ahí en adelante me sumergí de lleno en el mundo de las artes gráficas, especialmente en moda, donde llevo 5 años trabajando para marcas como Zara, Bershka, Killstar, Rapsodia, Falabella, Isadora, Blackmamba y 47 Street. A la par, el trabajo freelance me llevo por un océano de rubros, entre ellos gastronomía, perfumería, marroquinería, relaciones públicas, manicuría, y muchos más.

Obsesiva del pixel, multidisciplinaria, capuccino-dependiente. En mi escritorio siempre hay un libro diferente, y en mi cabeza un nuevo viaje por hacer. Mi fascinación es el diseño de imagen de marca ¿Branding suena más cool, no? Aunque también tengo cómo defenderme en diseño de indumentaria, packaging, contenido y diseño editorial. No menos importante, hago un hummus con palta increíble. Como persona inquieta y curiosa que soy, me gusta reinventar e ir puliendo mi estilo, manejando siempre un diseño que se adapte a las necesidades de mis clientes.

Estoy en la búsqueda de nuevas experiencias y desafíos laborales que me hagan crecer como diseñadora (y conocer nuevos lugares y personas no estaría mal) razón por la que estoy dispuesta a tomarme más de un avión de ser necesario.

No puedo prometer que vaya a salvar al mundo, pero de seguro puedo hacer que sea un lugar más bonito.