El ejercicio final de este taller se basaba en crear un complejo de viviendas en una manzana cerca al museo nacional, las torres del parque y la plaza de toros, en el cual los edificios debían responder a los usos, formas y alturas del sector.

La forma propuesta surgió a partir del análisis de la ciudad y de los distintos elementos que la componen. Los edificios del proyecto debían adaptarse a unas situaciones que no solo eran dadas por la ciudad sino por las condiciones naturales que había en ella.

 

El lugar a intervenir debía responder a unos edificios y calles muy importantes dentro de la ciudad, pero a su vez debía aludir a los cerros orientales y a los parques cercanos a este. Es por eso que el proyecto esta organizado de tal manera que en los primeros pisos se ubica la ampliación del museo y la redistribución de los comercios existentes en la manzana hoy en día. Además de responder a las relaciones de primer piso, esta estrategia ayudó a superar la inclinación del proyecto y a mejorar las calidades espaciales a nivel del peatón.

 

El complejo de vivienda esta organizado a partir de 2 tipos de apartamentos uno simplex y uno dúplex. Estos dos apartamentos están distribuidos en una sola crujía sobre la cual estos se intercalan, dejando vacíos en fachada para la iluminación y ventilación natural  y las circulaciones de la crujía hacia el espacio interior para manejar la visual de los habitantes del lugar. Esto permitía también optimizar el uso de los ascensores, pues estos debían parar solo cada dos pisos.