Cuentan los historiadores que la cultura Chanka se expandió por las provincias actuales de Huancavelica, Ayacucho y Andahuaylas, y que desde tiempos inmemoriables hubo una fuerte enemistad con los incas. Fue en la decisiva batalla de Yawarpampa donde se consumaron sus fuerzas, siendo los incas al mando de Cusi Yupanqui, luego autodenominado Pachacutec, los ganadores. Sin embargo se han tejido muchas leyendas en base a esta batalla como por ejemplo la de "Los guerreros Pururaucas", en el cual se explica que las piedras se convirtieron en guerreros por la voluntad del dios Inti a favor de los incas.
En la actualidad la historiadora María Rostworowski en su obra "Pachacutec, inca Yupanqui" muestra que fueron las alianzas deseperadas que hizo el inca con los curacas de los pueblos aledaños lo que incremenataron el número de guerreros a su favor, venciendo de esta forma a los temibles guerreros chankas, liderados por los capitanes Anqoayllo y Tumay Huaraca, quienes finalmente no se someten a los incas, emigrando con sus pocos leales a la selva inhóspita, específicamente a la actual provincia de Lamas en San Martín, por eso se explica que en dicho poblado tan lejano de Apurimac se hable el quechua Chanka.
