El farol de la viuda "El farol  se adelantaba al caminar penoso de la viuda cuencana"
 
La fémina viuda, realizaba, por decirlos así, una “hazaña heroica”, pues tenía que vérselas, muchas veces, con riesgos donde podía hasta perder la vida, o por lo menos su farol, que era su escudo y su alfanje porque en más de una ocasión tenía que habérselas con los canes de los llanos de “taita chabaco”, ya que sus muecas adquirían rasgos caricaturales y jocosos, cuando a veces a la luz de la luna, la noche era alumbrada por sus amarillentos rayos que dejaba ver el rostro de la heroína viuda, su faz demacrada. Y cuando ella apareció al tablado de sus andanzas, era una época de transición, entre la imaginación primitiva, esto es, cuando la lógica no había empezado a trabajar, y la época en que ya entraba, o sea en la investigación histórica y social, entró también la era de investigar y aún crear leyendas propiamente dichas, de carácter histórico-literario. La viuda alegra, cuya compañía y hasta cierto punto custodia, era el farol que se adelantaba a ella iluminándole el camino fragoso por el que transitaba, hasta entrar en su aposento, que decían estaba ubicado en el barrio de “el Vado”. 
Duende Tin Tín ¡Pobre duende Tin Tín!, no queria asustarla, queria enamorarla.

Cuentan que una bella chica se bañó en el río y se quedó dormida por unos árboles, al despertar le dolí la cabeza y tenía unas flores, llegó a su casa y como este duende estaba tan enamorado, que hacía travesuras en la casa los vecinos sabían que pasadas las seis de la tarde ya no podían salir porque el Tintín se los podía llevar, entonces, la mamá de la muchacha quizo bendecir la casa pero su esposo no la dejaba, hasta que un día el Tintín le quizo llevar a Palmira y su padre la rescató entoces por ese suceso el padre de Palmira si hizo bendecir la casa y entonces lo llevaron donde un brujo y le dijo a Palmira que le diera una guitarra bien afinada, y entonces el Tintín no se resistió y tocó la guitarra y le salieron unas bnitas tonadas, entonces el Tintín se enojó porque le recuerda cuando el estaba en el paraíso.
 
Cantuña "Quien había tentado a Cantuña, era el mismo diablo"
 
Esta historia comienza en tiempos coloniales, cuando un indio de Quito promete construir el “Atrio de San Francisco”, pero no tiene tiempo de terminar la construcción y va a ir a la cárcel. Desesperado, él pidió ayuda y un hombre vestido de rojo y con una barba le dijo:
- No tengas miedo, soy Luzbel y vine a ayudarte. Te ofrezco construir el atrio antes de la salida del sol a cambio de tu alma.
- Acepto, dijo el indio pero si falta una piedra no hay trato.
Luego de terminar el trato, miles de diablitos salieron de la oscuridad y se pusieron a trabajar. Cerca de salir el sol, la iglesia estaba casi lista cuando el indio con mucho miedo rezó a Dios y Le pidió ayuda. De no ser por una piedra que los diablitos no alcanzaron a colocar es así que el indio Cantuña pudo salvar su alma.
LEYENDAS ECUATORIANAS
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LEYENDAS ECUATORIANAS

Las leyendas ecuatorianas en su mayoria tienen su origen en epoca de la conquista española . Nace de anecdotas y experiencias de celebres persona Read More

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