¿YA NO PIENSAN EN ESO?

Muchos de nosotros creemos que las personas que llegan a la tercera edad ya no piensan en sexo o incluso que dejan de tener relaciones sexuales. Quizá pensamos esto porque asociamos la practica sexual al coito, a la gente joven, a la belleza y a la procreación. Tenemos el concepto de que esos abuelitos dulces, dedicados a sus nietos, con algunas “nanas”, ya no sienten deseo y ya no buscan el placer sexual.

Si bien entrada esta etapa el cuerpo experimenta cambios fisiológicos que son los esperados para la edad, los adultos mayores viven las relaciones sexuales a su manera y debemos alentarlos a que las expresen y gocen libremente. Ellos necesitan saber que su intimidad cuenta y que se merecen su espacio.

Es vital comprender que la sexualidad es un concepto amplio y que el coito puede no ser el centro del acto sexual. Esto implica diferentes situaciones que pueden brindar placer como por ejemplo juegos eróticos, cariños, caricias, besos, masajes, etc. En ese sentido los adultos mayores buscan un acto más cálido, más paciente y ameno, enfocándose más en la calidad que en la cantidad.

Vale agregar que muchas veces estas personas ven su sexualidad reprimida porque su entorno no se lo permite; un ejemplo claro podría ser la falta de privacidad, el prejuicio de la familia y a veces del propio adulto mayor. Hay mucha ignorancia con respecto a este tema por parte de la mayoría de la sociedad.

A raíz de esto voy a mencionar un dialogo que tuve con mi pareja que vale la pena compartir: Él me decía que a esa edad ya no se pensaba en sexo, “para que iba a pensar en eso si el pene no va a funcionar y la pastillita es muy peligrosa para el corazón”.Yo le intentaba decir que a pesar de todo lo que conlleva la tercera edad se sigue teniendo sexualidad y que uno nace y muere teniendo sexualidad. 
Debemos aceptar que el tiempo pasa y el cuerpo cambia, pero se puede y se debe seguir disfrutando del placer sexual.
Adultos mayores
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