- LAS SÁBANAS NARANJAS -
- Ma...maa...
- mmm
- Estas despierta?
- siii (con vos apagada)
- las sábanas color crema y naranja, me las compraste antes del viaje no?
- sii..si mucho antes...
Y ahí mi mente viajó a una velocidad mucho mayor que la de la luz...
Volví al cuarto y las ví de nuevo...no las habia visto desde hace meses...creo que siempre estuvieron ahí, pero las vi hoy.
Me acerqué despacio, como si pudieran tomar vida y atacarme... las tomé con las dos manos haciendo fuerza para que salgan de entre otras cosas... me senté en la cama, sobre el colchón desnudo y las miraba. Si alguien pasaba por la puerta del cuarto podría ver, a alguien contemplando unas sábanas en sus manos sentada sobre su cama, y nada más. Pero por dentro?... por dentro de ese cuerpo sentado estaba sonando la 6ta sinfonía de Beethoven al ritmo de un tráfico en hora pico de cualquier parte del mundo dónde el cielo era de colores fluor y melancólico...
Siempre sentí que tener contactos con objetos y prestar especial atención a lo que venia a la mente era maravilloso... esos objetos que son un transportador al mismo momento en que lo tuviste por primera vez, o algún recuerdo. Eso me pasó con ellas... con las sábanas.
No recuerdo la fecha exacta en que las tuve conmigo...al parecer hace ya un par de años...hoy al verlas mi mente viajó mucho tiempo atrás... recordé lo bien que se veían en mi cama...lo perfumadas que siempre estaban, lo suaves que eran... recordé que me sintieron llorar, me sintieron reír, me escucharon hablar, que estaban ahí en cada noche de estudio, en cada leída de libros, sintieron mis besos, mis caricias, mis medias sueltas a mitad de la noche...sintieron muchas cosas, y también lo sintieron a él, sintieron su voz y cuando sabían que venia, su color se hacía mas intenso, porque a él le gustaban mucho...sintieron su perfume, sus besos, sus buenos días, sus buenas noches..y sus te amo.
Durante el viaje me pregunto si habrán sentido la ausencia, si habrán estado ansiosas de que llegara para apoyar sobre ellas todos los recuerdos...
luego de varios segundos de nadar sobre recuerdos... ahí vino el que me encendió el pecho...el recuerdo de ellas en un nuevo hogar, sentí que estaban tan emocionadas como yo... su color cada vez era más naranja...sintieron aires diferentes, el sol desde otro punto cardinal, pero las mismas caricias, el mismo perfume...las grandes charlas, los grandes planes... es increible como en unos minutos la mente en contacto con un objeto te puede llevar a lugar extraorinarios..a lugares felices...que luego se vuelven amargos... hoy, luego de varios meses de no saber de ellas, las vuelvo a encontrar...pero algo pasó, sólo hay una de cada juego...su correspondiente compañera no está, que loco no?...una naranja y una color crema...me sonreí...se me cerró la garganta...lloré y con toda la fuerza que pude sacar...armé mi cama, la cama que las vió por primera vez, a la que abandoné por 7 meses y hoy me vuelve a bancar.
Y acá están ellas... una crema y la otra naranja, puestas en mi cama para abrazarme una vez más y llorar por esos recuerdos que hoy están tejidos entre cada hilo que pertenece a cada una de ellas.
El las amaba y yo a él...y a las sábanas naranjas.
Noviembre 2019
