Destino: Roraima
Una aventura maravillosa que promete agotar su cuerpo pero llenar su alma con la energía más pura de la Gran Sabana y la magnificencia del “Gran Verde-Azulado”
“Sabios son aquellos que dominan el cuerpo, la palabra y la mente”, reza una frase célebre de Buda Gautama. La reflexión viene dada porque para hacer montaña se requiere que usted pueda mantener estos tres elementos en armonía, ya que en ocasiones el descontrol de uno puede convertirse en el principal obstáculo a vencer.
Ir al Roraima (en leguaje pemón Gran Verde-Azulado) es una aventura que le exigirá caminar durante horas por caminos intrincados para llegar a 2.723 msnm. En una travesía que lo llevará a dejar su huella en la inmensidad de la Gran Sabana y el Parque Nacional Canaima, rodeado de selvas vírgenes, vegetación y fauna endémicas y estructuras naturales esculpidas por el poder de la constancia del agua y el viento.
Anímese a conocer la magia y déjese maravillar por una de las formaciones geológicas más antiguas del mundo. Pero antes de partir le recomendamos que lo haga de la siguiente manera:
Primeramente, escoja un buen operador de turismo de aventura. Esto permitirá contar con personal calificado para que sus días de montaña sean seguros y de completa satisfacción.
En esta ocasión, tuvimos la oportunidad de vivir el desafío del Roraima tepuy en un viaje de siete días con los amigos de Akanan Travel & Adventure, compañía de Juan Carlos Ramírez con más de 20 años brindando emociones a los amantes de la naturaleza.
La carga para el camino
Una vez escogida la buena compañía, llega el momento de preparar el morral. Antes de querer llevarse todo el armario, piense en dos premisas fundamentales: Le tocará cargarlo en la espalda y debe incluir ropa que lo proteja del sol, frío y lluvia. Por tales motivo, lleve lo que sea absolutamente necesario. Es recomendable tela Dry-Fit.
Al momento de empacar, es aconsejable que antes coloque dentro una bolsa negra, esto le permitirá impermeabilizar su morral, para garantizar que tendrá ropa seca al momento de necesitarla ¡Y vaya que será necesaria!
De igual manera, puede dividir la indumentaria por días en bolsas plásticas con cierre hermético, esto le ayudará a tener un orden al momento de desempacar en los campamentos donde pasará una tranquila noche bajo un cielo poblado de estrellas.
Un consejo entre excursionistas, es que tenga tres mudas. Una es la que va a utilizar para hacer las caminatas y que al segundo día olerá a "mapurite". Otra para cambiarse en la noche, que lo mantenga caliente a temperaturas entre 8 ºC y 6 ºC . Y una que servirá para regresar a su casa triunfante.
Pasos seguros
Lista la carga. Llega la hora de escoger las compañeras que le permitirán pisar la cumbre del gigante: Las botas.
Sus pies serán sus principales herramientas en esta aventura para el alma. Por tal motivo deben ser inquebrantables. Use botas de excursionismo que ya estén adaptadas a su caminar. No es recomendable que estén nuevas porque pueden incomodar durante el senderismo. Ni que hayan tenido mucho tiempo guardadas porque el material vence, y pueden dejarlo a pie el primer día.
El camino le dirá cómo debe andarlo. Una vez que emprenda la travesía desde Paraitepuy, donde el futuro se muestra ante sus ojos; distante pero no imposible. Pise con precaución y seguridad. Tendrá que pasar por caminos empinados, de tierra, piedras sueltas, ríos y descensos técnicos que pueden jugar una mala pasada si se descuida. Esté atento. Enfocado.
Se sugiere que al momento de cruzar los ríos Tek y Kukenan se quite las botas y tenga un par de medias que pueda mojar. Póngaselas al revés. Esto le dará mejor adherencia sobre las piedras. No pase descalzo porque podría resbalar.
Trate de no mojar las botas porque la humedad en el Parque Nacional Canaima no permitirá que se sequen lo suficiente para que pueda andar cómodo. Humedad y frió no son buenos acompañantes para sus pies.
Equipamiento outdoor
Preparado el equipo principal. Toca alistar los artículos personales, en los que no debe faltar el bloqueador solar. Preferiblemente con un factor 50+ que proteja las partes descubiertas para evitar insolación. No olvide sus lentes de sol y una gorra o sombrero outdoor.
Otro infaltable es el repelente de mosquitos. Los Puri-Puri serán sus compañeros indeseables durante gran parte del recorrido.
Si no encuentra el de su preferencia, puede preparar un repelente casero agregando vitamina B12 a una crema corporal. Es preferible que lo haga con una o dos semanas de anticipación ya que el olor que despide esta combinación es fuerte cuando está reciente.
Un baño en Río Tek, Campamento Base o en los jacuzzis naturales de aguas cristalinas y fondo de cristales en Roraima no tiene precio. Trate de llevar un jabón biodegradable, esto permitirá generar menor impacto ambiental cuando decida sumergirse en un helado chapuzón revitalizante. El ecosistema de la Gran Sabana es sumamente frágil. Considérelo.
Algunas fuentes de agua son potables y podrá abastecerse sin problemas. Siga las instrucciones de su guía, él sabrá decirle dónde llenar su cantimplora o camelback. Eso si, manténgase siempre hidratado. Los dulces o frutos secos tampoco estarán demás en su equipo.
Un implemento que puede ser de gran ayuda para ascender o descender en tramos sinuosos son los bastones de trekking o senderismo. Le permitirán tener un apoyo fundamental para evitar el impacto en las rodillas.
Si no tiene uno. Consulte con un buen amigo excursionista, en esta gran familia es común el préstamo de equipos debido al alto costo de estos.
En cuanto a la carpa, el aislante térmico y saco para dormir. No se preocupe. Van por parte del operador turístico, al igual que los implementos para comer y la comida.
Viva la montaña
Por último. Propóngase a vivir la montaña en pleno. Camine observando detalladamente. Deténgase. Respire. Valore. Agradezca.
Tal vez al llegar a la cumbre, si es la primera en su vida, sentirá una emoción abrumadora que le hará un nudo en la garganta. Observar desde las alturas el camino recorrido y la inmensidad del “Gran Verde-Azulado” es un momento mágico. Entréguese al sentimiento. Disfrútelo.
Visite el Valle de los Cristales, la Ventana al Kukenan, El Maverick (a 2.810 msnm), el Punto Triple. Déjese maravillar por la Ranita del Roraima, las plantas carnívoras y las orquídeas saludándolo en este escenario que invita a jugar con la imaginación.
Recuerde. Roraima no es un viaje de comodidades. Dormirá mal. Pasará frío. Pero valdrá la pena. A veces el sufrimiento del cuerpo se recompensa con ganancias para el alma. Un refrán conocido señala que “quien no ha afrontado la adversidad desconoce su verdadera fuerza”. Pruébese.
@LeandroDickson
