Pensemos un momento: "El fin justifica los medios". Está es una frase usualmente utilizada para referirnos a aquellos métodos, mecanismos o herramientas que resultan de algún modo inmorales, injustas, tramposas o directamente ilegales para conseguir un objetivo de alto valor, ahora por ejemplo si yo quiero libertar a mi país ¿es justificable dar muerte a todo aquel que no se ponga de mi lado y apoye las medidas que yo considere pertinentes?, pues eso fue precisamente lo que hizo el Prócer de la emancipación hispanoamericana Simón Bolívar para llevar a cabo su empresa independentista.
“Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la justa causa por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo y castigado como traidor a la patria, y por consecuencia será irremisiblemente pasado por las armas…” Este pequeño párrafo escrito por Bolívar y extraído del Decreto de Guerra a Muerte de 1813 en el contexto de de la Campaña Admirable es lo que definió el futuro de la guerra a partir de ese momento, según el mismo libertador en documentos: soldados, civiles, comerciantes, enfermos e incluso ancianos españoles y canarios fueron fusilados por las tropas patriotas por el simple de hecho de pertenecer al bando realista (español) o por negarse a tomar las armas a favor de la República. La fase más cruenta de esta etapa fue en febrero de 1814 cuando Bolívar ordeno el fusilamiento de 1200 prisioneros españoles sin ningún proceso de juicio. Por su puesto hay que destacar que la Guerra a Muerte fue también practicada por el bando realista por mano de militares como Boves, Morrillo y Monteverde que iniciaron persecuciones contra cabecillas y partidarios del ideal independentista. Esta controvertida y sangrienta etapa de la Independencia de Venezuela tuvo su fin en 1817 cuando Bolívar y Morillo firmaron el Armisticio de Trujillo donde se deroga la Guerra a Muerte y se regulariza el combate bélico respetando a los no combatientes y de más actores neutrales.
Imaginémonos en el mundo actual a un líder militar que rodeado de seguidores anda de pueblo en pueblo fusilando a todo aquel que no se una a su causa, terrible ¿o no? y es que por muy buena y noble que fuesen sus objetivos, ¿eso le da el derecho a disponer de tales métodos para alcanzarlos?, sin duda acciones como estas en la actualidad serían consideradas un crimen de guerra o de lesa humanidad y la gran mayoría lo rechazaría.
Pero adentrémonos y contrastemos más a fondo el asunto del decreto, este está inspirado en el modelo de Independencia haitiano (1791) el cual de manera muy similar consistió en exterminar a todos los blancos, pues el movimiento emancipador de ese país era conducido por esclavos. Debido al arrollador éxito de esta revolución, el “método haitiano” es propuesto a Bolívar y es aplicado, además hay historiadores que aseguran que estas medidas de Bolívar fueron también una respuesta recíproca a las acciones emprendidas por militares realistas contra la población del país y que por tanto fueron necesarias y justas para ganar la guerra, entonces ¿matanza justifica matanza?
A pesar de todo, por muy cuestionables y polémicas que fueren las medidas aplicadas por Bolívar durante la vigencia de este decreto, el hecho es que cumplió sus objetivos y finalmente libertó gran parte de América, lo cual nos lleva de nuevo a la premisa del inicio de este texto: "El fin justifica los medios" y pensamos: hay situaciones de alto interés para una nación que requieren que grandes líderes tomen decisiones difíciles, inmorales y hasta hipócritas para así salvaguardar los objetivos, creo que todos estamos de acuerdo con eso, pero ¿quién define los limites de acción de dichas decisiones? Aquel que esté libre de pecados que tire la primera piedra
