“La parte integral de ser una estrella es tener la voluntad de ganar. Todos los campeones lo tienen.” Betty Cuthbert

Hace 20 años, aproximadamente, Leonel Valerín Jiménez comenzó una carrera que se convirtió en una de las más exitosas de su vida. A sus 56 años, Leo es todo un veterano y experto maratonista, con un carísma que no le cabe en el cuerpo y es muy posible que esta sea la razón de tanta amabilidad.


Hoy, usted tal vez lo conozca mejor como “El Indio Leo” y puede que hasta haya corrido junto a él en alguna carrera, o lo haya visto corriendo por San José un Martes en la tarde o un Jueves en la mañana. Puede que usted haya sido uno de los que, con una sonrisa en la cara, haya gritado “HAO”, desde la otra acera, solamente para llamar su atención y saludarlo.

El personaje del Indio se ha convertido en parte de su vida diaria, y el ritual de preparación, como él mismo lo llama, debe ser siempre riguroso. Empezando con un desayuno liviano, hasta la colocación de cada una de las prendas y el maquillaje, Leo cuenta antes de salir, que todos los elementos estén en su lugar. El penacho, la pintura facial, la gargantilla de bambú, la pulseras de los brazos, el tapa rabo, su reloj, y su siempre inseparable compañero, plumita veloz.

Una vez todo en su lugar Leo se dispone a hacer una ruta lo suficientemente provechosa para un par de horas. Sólo o acompañado de seguro será una nueva aventura.
Leonel Valerín, bien temprano en la mañana, nos cuenta la historia de como nació y creció el Indio Leo dentro de él.
Citas bíblicas acompañan a este singular atleta en todo su atuendo.
El arco, compañero inseparable. Ha recorrido con él tantos kilómetros como las suelas de sus pies. En el están escritas las maratones corridas con éxito, dónde las corrió, y junto a quién. Para Leo cada elemento es importante y en conjunto logran marcar y crear un recuerdo único.
Conocido por su carisma y amable personalidad, Leonel posa en esta foto junto al expresidente Oscar Arias Sánchez.

Después de un buen desayuno Leo comienza con su ritual. Primero la ropa deportiva y por supuesto el calzado.
¿Quién sería el Indio sin su pintura? Blanco, Azul y Rojo, en su cara ha sido parte de su identidad "secreta" desde hace 20 años y, como él comenta, lo seguirá siendo hasta que tengan que quitarle el bastón para que no salga a la calle.
Orgullos y glorias, este pasillo en la casa de Leonel nos muestra cuan importate ha sido su carrera como deportista, de la cual se siente tan orgulloso.
Cada medalla tiene un recuerdo y un cariño distinto. Desde Costa Rica para el mundo este gran atleta es toda una leyenda nacional e internacional.
El tomahawk, una útil herramienta para los indios norteamericanos, y un antiguo compañero de viajes del Leo. Fue colocado en la pared por su peso al correr, más sigue siendo uno de sus favoritos.
Una foto sin duda única y peculiar. El Indio Leo posa para la prensa con el primer traje con el que salió a correr.
Sin duda alguna la maratón más significativa para Leo. Escucharlo hablar de esta experiencia denota una felicidad interna.
Chequeo general. Leo repasa uno a uno los elementos que conforman al Indio antes de salir.
Última revisión. Plumita velóz, el penacho, la gargantilla y demás elementos están en posición.
Faltaba una pieza importante, el tapa rabo. Una vez colocado, listo para salir a correr.
Leo el Indio - I Parte
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Leo el Indio - I Parte

Foto reportaje elaborado para la marca GIN Sport.

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