Razones por las cuales una vida creativa es una vida saludable
La creatividad es un término profundo y erróneamente percibido desde hace generaciones, pues a pesar de ser una facultad de los seres humanos, suele relacionarse de manera exclusiva con las expresiones artísticas. No obstante, el ser un rasgo natural que las personas desarrollan en mayor o menor medida según sea su caso, le permite abarcar donde es posible ver el mundo desde una perspectiva diferente, con el fin de buscar soluciones a aquello que parece no tenerla.
¿Qué nos dice la ciencia?
El cerebro humano se encuentra dividido en dos hemisferios, cada uno de ellos con una función especial. El lado derecho es el responsable del pensamiento creativo, mientras que el lado izquierdo se encarga del trabajo ligado a todo lo racional.
Tomando esto en cuenta, automáticamente se descarta que existan personas que no tengan algún tipo de creatividad, ya que el hecho de no desarrollarla tanto como los otros no implica que no exista. También por esto suele aconsejarse estimular estas cualidades desde temprana edad, ya que es una forma eficaz de conservarla por el resto de nuestras vidas. Sin embargo, es recomendable sacarle provecho en su máxima expresión durante todas las etapas de la vida humana, con el fin de disfrutar de algunos efectos positivos que tiene para el en bienestar general.
Efectos laborables, sociales, personales y de cualquier tipo pueden formar parte de esta lista, y es que así como las ideas pueden ser infinitas, la forma de percibir, sentir, relacionar y más de cada ser humano es, por su lado, única.
¿Dudas al respecto? Conoce algunos de sus beneficios
1. Trabaja nuestra autoestima: manejar la creatividad es una forma de animarnos a crecer como personas, permitiéndonos creer en nosotros mismos. Además, dejar fluir nuestras ideas puede solucionar muchos problemas y encaminarnos hacia el éxito, lo cual incidirá positivamente nuestra autoestima.
2. Ayuda a aliviar el estrés: sirve como una herramienta terapéutica para aliviar algunas emociones negativas, tales como el estrés y la depresión. Crear, inventar e ingeniar son maneras saludables de mantenernos ocupados, lo cual mantendrá en la distancia todo aquello que nos aflija e impida disfrutar la vida.
3. Mejora las relaciones sociales: solo por poner en práctica la expresión de sus emociones e ideas, muchos mejoran su capacidad para relacionarse socialmente. Asimismo, la creatividad influye directamente en la personalidad de cada individuo, dejando salir las cualidades que le permitan destacarse en un determinado entorno social.
4. Es una excelente manera de ahorrar: desarrollar y manejar la facilidad para crear cosas ayuda a encontrarle utilidad a muchos de los elementos que parecen ser insignificantes en nuestro día a día. Ante esto, la puesta en práctica de la creatividad ofrece soluciones simples, donde no es necesario invertir grandes sumas de dinero o, también, demasiado tiempo. En este punto también tiene lugar el hábito del reciclaje.
5. Ayuda a que nos sirvamos útiles: muchas veces el simple hecho de poner en marcha o dar una idea creativa despierta ese sentimiento que nos hace sentir útiles, especialmente si formamos parte de equipos de trabajo. Lo bueno de esto es que, sin importar cuán o pequeño sea nuestro aporte, de igual forma se producirá una sensación de satisfacción, especialmente si esta logra beneficiar a los demás involucrados o terceros.
