Variaciones de flora litoral

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La línea litoral logra ilustrar la dicotomía que sufren las especies insulares repartidas a lo largo de esta pequeña masa de tierra. Después de ocupar cada centímetro habitable, se han agolpado toda clase de especies, durante miles de años, en esta barrera natural. Al margen de una apretada arena costera por la que seria imposible echar raíces, cada vez son mas las especies de flores que crecen buscando la luz del sol, ya que difícilmente podrían obtenerla a la sombra de los grandes arboles del centro de la isla. Sin embargo, las condiciones en este lugar son poco menos que hostiles. Cuando la marea crece la gran mayoría de ellas queda sumergida en una espesa sustancia acuosa que resulta de la mezcla del agua de mar y una pesada solución mineral que se desprende de las rocas del sector; lo que les produce una especie de asfixia que acaba en cada ciclo con gran parte de su población. Esta podría ser la razón de los comportamientos inusuales que presentan algunas de las especies florales; días antes de que la marea suba a su máximo nivel, el tallo de la flor se seca y el capullo se desprende de tal manera que pétalos, estera y pistilo puedan ser arrastrados por el viento hacia el mar.

Los pájaros de la isla la han aprendido a volar con estas fuertes corrientes de viento, desarrollan su vida al rededor de sus rutas y sus turbulencias. Como es lógico, perciben que para ellos, igual que para el viento, la linea litoral no representa ninguna frontera, no es mas que una marca o un punto de referencia. Así que, al alcanzar la edad adulta se arriesgan o mas bien deciden volar mar adentro y recorren varios kilómetros. En algún punto consumen sus energías y la mayoría intuye que debe regresar. Unos pocos no lo hacen y mueren exhaustos… A medida que van creciendo, los pájaros emprenden este vuelo cada vez con menos frecuencia hasta que un día simplemente dejan de intentarlo. Por eso puede vérseles a muchos de ellos sentados en la costa, en medio de las flores litorales, mirando continuamente el flujo de la marea.

La primera vez que se registro el surgimiento de las nuevas especies fue hace un par de años. En ese momento eran extraños e inusuales los especímenes, pero hoy en día han poblado toda la costa. Se les puede ver abriéndose espacio entre las flores nativas y los pájaros, mezclándose miméticamente con ellos. El caso es mas complejo de lo que aparentaba en un principio. Aun es imposible determinar si esta nueva especie es descendiente de las aves o de las flores… Sabemos imposible que haya surgido de la mezcla de las dos especies por lo que estamos obligados a concluir que desciende de una de ellas. Pero la pregunta encierra la respuesta a un problema todavía mayor, un problema de propósito. O bien las flores, en un desesperado intento por sobrevivir, por liberarse, han empezado a imitar a los pájaros que se posan junto a ellas, imaginando que algún día aprenderán a volar o quizás los pájaros, decepcionados de la promesa del viento, desean para ellos la certeza en el destino de las flores.