*- Después de la gran explosión una partícula viajó durante mucho tiempo en la única dirección que conocía y en el infinito encontró que no existían limites para la profundidad del espacio.
Entonces se cuestionó por el entorno, se tentó a virar y dudó, y aún en medio de la incertidumbre miró... Un destello atónito se perdía entre el resplandor y la bruma, mientras la sorpresa se acompañaba por dudas y la sensación de aflicción nublaba toda la vista.
Cuanto tiempo buscando y cuantas veces ignorando, cuantas veces avanzando o cuanto tiempo huyendo... Allí retó la voluntad a la partícula y fueron las preguntas la energía para soñar y temer, así que cuando las dudas expusieron la vulnerabilidad, las ansias motivaron la curiosidad, y la luz reaccionó en el primer corazón del universo, capaz de explorar los horizontes más lejanos del cosmos. -*
