Ubicada al poniente de la Ciudad de México, esta casa representó la búsqueda de integrar arquitectura, materiales y luz, formando un unidad y haciéndolas convivir naturalmente en la creación de un hábitat.

 

La solución de iluminación artificial se integra por completo a este contexto y la cual se concibió como un canal de luz. Un luminario lineal fabricado con lámina de acero y un difusor de acrílico equipado con sistemas fluorescentes atenuables. De este modo, se obtendría una iluminación que mantiene la generosidad de la luz natural, y que sirve de base para la creación de acentos en el jardín de bambús.