"EL MUNDO ES NUESTRO"
Las personas en situación de calle, ven a diario vulnerados sus derechos humanos, donde la exclusión social, el abandono, las pocas redes de apoyo, la prostitución, las adicciones, enfermedades mentales o físicas, entre otras, son solo algunas de las consecuencias de estas realidades incomodas y poco visibles para la ciudadanía.
Los gobiernos y el Estado, según en palabras de las mismas personas que están en situación de calle "nunca han entendido el problema de la pobreza en Chile". En esa línea, han mencionado que las soluciones que se han dado no están en mejorar la salud mental de las personas o preguntarse el porqué optan por esta vida. La realidad de la sociedad y las autoridades competentes ha sido, en muchos casos, ignorarlas o quitarles sus pertenencias para sacarlas del paisaje urbano del Gran Santiago y hacerlo más ameno, obviando las responsabilidades que ello conlleva.
Discriminación, falta de información, oportunidades de reinserción, consumo excesivo de alcohol, drogas y la salud mental, son solo algunos de los tópicos y obstáculos más repetidos de "los sin techo", según ellos, para poder optar a derechos básicos como educación, vivienda, trabajo y salud.
Un pequeño porcentaje de estas personas logra encontrar una solución habitacional a través de su esfuerzo o aceptar ayuda estatal. Sin embargo, la gran mayoría encuentran en las calles, en las estaciones de metro, en los callejones o en las afueras de alguna multitienda, cine o teatro su techo. Las únicas oportunidades de sobrevivir a las temperaturas extremas, al fracaso social, estrés, a la violencia o al abuso, son las que entregan las mismas calles. "El mundo es nuestro", se lee en una pared del Centro de Santiago y así es. Es su mundo y la dicha está ahí. Visceral y real.
La vida, aunque muchos quieran salir y no volver, se encuentra y extravía en ellas, en el asfalto y las carpas que resultan una bocanada de mal gusto para una sociedad que los vuelve abstractos y etéreos.
De acuerdo al Ministerio de Desarrollo Social y Familia, más de 20 mil personas viven en situación de calle en Chile, siendo la Región Metropolitana la zona que concentra la mayor parte de ellas. Sin embargo, hay otras agrupaciones y organizaciones que estiman que esta cifra puede sobrepasar las 40 mil o incluso bordear los 50 mil.
Luis Mauricio Rojas Acevedo, quien lleva más de veinte años viviendo en las calles debido a su adicción al alcoholismo y a la pasta base, droga hecha en base a sulfato de cocaína que contiene sustancias tóxicas para el organismo, como parafina, plomo y ácido sulfúrico. Para sobrevivir, pide dinero, descalzo y acompañado solo de una frazada en el Centro de Santiago.
La mano de una persona en situación de calle. Muchas de las personas sin techo en Chile, muestran u ocultan sus manos debido a la discriminación que reciben. Algunos, exponen sus marcas y cicatrices que van adoptando a través de la dura vida que se vive en las calles.
Eduardo Fernández posa para una foto en las afueras del estacionamiento del Teatro Municipal de Santiago de Chile. En sus espaldas, un retrato de Ludwig Van Beethoven decora el lugar donde puso su carpa para poder vivir junto a sus cosas y capear el calor de la Región Metropolitana.
Muchas de las personas llegan a las calles por la poca reinserción que tiene el sistema. Varios de ellos han estado en la cárcel por robos u otros delitos. En la fotografía Luis González (42) muestra las cicatrices que le quedaron luego de una pelea con cuchillos que lo tuvo hospitalizado de gravedad varios días. Explica que no puede modular bien y que le cuesta hablar con otras personas debido a sus heridas en la garganta y pecho.
Una pared, en Santiago Centro, muestra la frase “el mundo es nuestro”, la cual diversas personas de la calle toman como bandera de lucha, ya que cada día aumentan más la población que debe optar por estar en las calles por diferentes problemas y dificultades, tanto sociales como económicos.
Una persona en situación de calle fuma un cigarro, al frente de su carpa, después de las lluvias que asolaron Santiago de Chile. Durante el 2023, las lluvias fueron más frecuentes, sobre todo en el mes de junio, debido al Fenómeno del Niño, dejando atrás largos años de sequía en la zona centro del país, pero afectando en gran magnitud a los que no tienen un techo.
Andrea Godoy ha lidiado con su adicción a las drogas y la depresión. Sin embargo, ha podido sacar sus estudios adelante gracias a los exámenes libres que las personas que no han podido completar su educación básica o media pueden dar, y poder luchar por sus hijos que se encuentran en el SENAME, servicio que se encarga de la protección de niñas, niños y adolescentes que han infringido la ley. En la fotografía, Andrea Godoy ve la televisión junto a sus gatos que la acompañan hace algunos años, en la calle Agustinas, en el Centro de Santiago de Chile.
Varias de las personas en situación de calle han perdido sus prendas de vestir por diferentes factores. Zapatos o zapatillas es lo más común que no tengan debido a robos o porque ellos mismos las venden para poder conseguir algo de dinero para consumir pasta base u otras drogas sintéticas que son de fácil acceso en la Región Metropolitana.
Una persona en situación de calle duerme en el Metro de Plaza de Armas luego de las intensas lluvias que estuvieron presentes durante el año 2023 debido al fenómeno del Niño. Varias de las personas sin techo buscan en los metros de la Región Metropolitana un refugio para las temperaturas extremas. El poco abrigo que logran encontrar en el transporte subterráneo, lo aprovechan rápidamente, ya sea para secar sus pertenencias, calentar sus cuerpos o dormir.
La salud mental, el abandono y las adicciones son algunos de los problemas que sufren las personas en situación de calle. En la fotografía, un mendigo, conocido en el Barrio Bulnes por sus problemas mentales, camina frente del Palacio de La Moneda - sede oficial del presidente de la República y del poder Ejecutivo- luego de las complejas lluvias que asolaron a Santiago durante el mes de junio y que dejó a varias personas en situación de calle sin sus pertenencias.
