Whale Illustration x Procreate
Aquí: Lecciones de un Instante Eterno
Mientras observaba a las ballenas en la distancia, con un atardecer de ensueño como telón de fondo, mis ojos se llenaron de lágrimas. La belleza del momento y la magnitud de mis pensamientos crearon un torbellino de emociones que no pude contener. En ese instante, mientras reflexionaba sobre el complicado camino que había recorrido y el aún más incierto futuro, una ballena saltó por encima de la superficie del agua y, en un acto que pareció trascender el lenguaje humano, me gritó “Aquí”. En ese salto, en ese grito sin palabras, entendí todo.
Este encuentro trascendental me enseñó la lección más profunda que he recibido en años: la ilusión del control. Comprendí que lo único que realmente poseemos es el presente, el cual, paradójicamente, es lo que menos cuidamos y apreciamos. Nuestra existencia se dispersa a menudo entre recuerdos distorsionados y futuros imaginarios, olvidando que la verdadera esencia de la vida se encuentra en el “aquí y ahora”.
Las enseñanzas del Tao, reflejadas en el Tao Te Ching, resuenan profundamente con esta revelación. Nos hablan de seguir el fluir natural, de vivir en armonía con el Tao, lo que significa aceptar la impermanencia y encontrar paz en la aceptación del momento presente. “El ser humano sigue a la tierra, la tierra sigue al cielo, el cielo sigue al Tao, y el Tao sigue a lo que es natural.” Este principio me invitó a fluir con el presente, a abrazar cada momento con gratitud y apertura.
En “El Camino del Zen”, Alan Watts profundiza en la idea de vivir plenamente en el momento presente, despojados de las construcciones mentales que nos alejan de la experiencia directa de la realidad. El Zen nos desafía a experimentar la vida sin el filtro de nuestros pensamientos y emociones, permitiéndonos ser verdaderamente libres. “El Zen nos enseña a experimentar el mundo directamente”, una lección que las ballenas, en su majestuoso salto, personificaron para mí.
Este momento de claridad fue un recordatorio poderoso de que la vida se vive en los instantes que a menudo pasamos por alto. El mensaje de las ballenas, ese “Aquí” resonante, se convirtió en un mantra para mi vida. Me recordó que, aunque no puedo controlar el pasado ni predecir el futuro, puedo vivir plenamente cada momento presente
Las palabras de Thich Nhat Hanh encapsulan a la perfección el consejo que llevo conmigo desde ese día: “La paz está en cada paso. El camino brillante del momento presente es el camino de todos los Budas.” Este consejo no solo me prepara para enfrentar un futuro incierto con serenidad sino que también me enseña a encontrar la paz en el acto de estar presente, aquí y ahora, donde la vida realmente sucede.
Las ballenas, en su inesperado mensaje, me enseñaron que el regalo más grande que podemos ofrecernos a nosotros mismos y a los demás es nuestra presencia consciente en cada momento. Al vivir con plena atención, no solo honramos nuestra existencia sino que también nos abrimos a la infinita belleza y sabiduría que la vida tiene para ofrecer.
