'Sudario Verde'
Exposición XX Salón de Artistas Quindianos (2023)
Armenia cubierta en Verde / Visiones del Pasado
Hace años bajo los rayos de sol cruzados de media tarde, andaba yo por algún camino, de esos que no son aún citadinos pero han dejado ya de ser rurales, intentando siempre andar por la sombra de las casas, de los arbustos usados como cercas y de los árboles que afortunadamente para mí permanecían en pie. En algún momento del camino me detuvo un hermoso paisaje que se asomaba a través de un gran plástico verde, el cual es comúnmente utilizado para rodear los sitios de construcción. La luz transversal del ocaso me sorprendió revelando la figura que a otra hora hubiera sido totalmente ocultada. Con aquella iluminación, los cuerpos que el plástico intentaba cubrir, en lugar de eso adquirieron mayor gracia. Eran siluetas de árboles, pero no como simples sombras sino en grados tonales como si fuera una pintura monocromática. De esta manera el plástico revelaba a la vez que cubría un paisaje, unas vidas, y su posible, casi anunciada muerte.
La luz y la sombra / Visiones del Presente
De esta experiencia y reflexión nació la idea de esta instalación, donde recreo la escena vivida en el camino a través de un video que proyecta lo que en el idioma japoneses es nombrado como 木漏れ日 (komorebi): la luz del sol entrando entre los árboles.
Cuando conocí la existencia de esta palabra me cautivo el interés que alguien tuvo por nombrar el fenómeno, ya que para nuestra cultura este pasó sin mayor importancia. Aunque claramente todos hemos percibido esta sensación, ponerla en una sola palabra es convertirla en algo mas que una simple descripción. Se convierte en una sensación puramente estética y asi mismo refiere a algo que existe entre lo natural y la percepción humana, que no es algo que existe por si mismo, sino que necesita un observador, una relación con otro, en ese sentido para mi komorebi es un paisaje.
Tal vez por eso, por ser un efecto sutil sin un objetivo útil, no inventamos palabra para él desde esta consciencia occidental que ha necesitado siempre de otro tipo de razones para nombrar (para dar importancia) a las cosas.
En la velocidad que se precipitan los cambios en este territorio, puede hacérsenos muy tarde para cuando nos demos cuenta de que esas cosas innombrables son las que extrañamos y necesitamos más. Al darle vuelta a la obra nos percatamos de que los árboles eran un espejismo. En lugar de ellos encontramos una plancha de cemento en la cual pequeñas plantas se esfuerzan por crecer.
Soñar la luz / Visiones del Futuro
Quiero hablar ahora sobre las ideas que Aristóteles tenía de la naturaleza, a diferencia de su maestro Platón, Aristóteles no divide a los individuos entre cuerpo y alma de una manera tradicionalmente dualista, sino que habla de dos aspectos o características que hacen a las cosas ser lo que son: la forma y la materia. Según él, la materia es potencial de forma, y la forma es la actualidad de la materia. En su tratado ‘Sobre el Alma’, Aristóteles explica que el alma, o psique es lo que da vida a los seres vivos, por lo que incluso las plantas tendrían una especie de psique, que entiendo aquí cómo la imaginación de la materia, la imaginación intrínseca de la naturaleza, sus aspiraciones. Pensar que la semilla sueña el árbol antes de serlo y que es esta en realidad quien en la obra proyecta para nosotros su figura.
