El cuarto de baño, al igual que la cocina, sufre frecuentes transformaciones en nuestros hogares. A veces, basta con un simple lavado de cara, pero a menudo es necesaria una renovación más profunda. Numerosos factores pueden influir en la decisión de remodelar el cuarto de baño, ya que los estilos y las necesidades de bienestar cambian con el tiempo. Para planificar la renovación de forma consciente y ajustada a nuestro presupuesto, es crucial recopilar una lista de deseos e identificar los aspectos que actualmente resultan inadecuados. Las reformas del cuarto de baño suelen suponer una inversión importante, por lo que es esencial tomar decisiones con conocimiento de causa para evitar arrepentimientos futuros. Hay que tomar varias decisiones que afectan tanto al diseño como al presupuesto. Entre ellas se incluyen la selección de materiales en función de su durabilidad y facilidad de limpieza, la elección de sanitarios y grifería, la elección de revestimientos para paredes y suelos, la determinación del tamaño del espejo, la selección de opciones de almacenamiento y la planificación de una iluminación adecuada para las distintas zonas. A lo largo de este proceso de toma de decisiones, es importante asegurarse de que los elementos seleccionados son funcionales para nuestras rutinas diarias en el cuarto de baño y se adaptan cómodamente al espacio disponible. Las opciones de lavabos abundan, con distintos estilos y materiales como el metal, la piedra, la porcelana o la resina, a menudo disponibles en una gama de colores. Incluso es posible integrar una encimera y un lavabo en una sola pieza utilizando materiales como el microcemento o Silestone. Al considerar la colocación de dos fregaderos en línea, debe mantenerse una distancia mínima de 60 cm para permitir un movimiento cómodo. La grifería desempeña un papel importante en el diseño del cuarto de baño, ofreciendo diversas formas y acabados. Aunque el cromo sigue siendo popular, los acabados en cobre y negro se han puesto de moda. Las griferías monomando, que permiten una práctica regulación de la temperatura y del caudal de agua, son las preferidas por sus propiedades de ahorro de agua en comparación con los grifos independientes. El espejo es un elemento decorativo indispensable, que ofrece flexibilidad en cuanto a forma y tamaño. Aunque no hay reglas estrictas, un espejo grande puede crear sensación de amplitud, sobre todo si cubre toda una pared. En los cuartos de baño más pequeños, los espejos sin marco pueden aligerar visualmente el espacio. Las opciones de armarios van desde armarios cerrados con puertas (flotantes o apoyados en patas) hasta elegantes encimeras con lavabos integrados y estantes inferiores abiertos. A la hora de elegir un armario, hay que tener en cuenta las necesidades de almacenamiento. Los azulejos de porcelana o cerámica son excelentes opciones para las paredes y suelos de los cuartos de baño. Ofrecen una amplia variedad de modelos, colores y tamaños, lo que garantiza su fácil mantenimiento y durabilidad. Aunque el mercado ofrece diversas texturas y acabados, una pauta general sugiere seleccionar un máximo de tres acabados. Los tonos neutros son aconsejables para suelos y paredes, permitiendo que otros elementos del cuarto de baño adquieran protagonismo. Destacar una pared concreta, como la zona de la ducha o el lavabo, puede realzar el diseño general. Emplear el mismo alicatado en ambas superficies minimiza las juntas visibles e imparte sensación de amplitud. Los inodoros y bidés deben elegirse en función del espacio disponible y priorizando la comodidad. Optar por inodoros de doble descarga contribuye a ahorrar agua. Los inodoros suspendidos ofrecen la ventaja de facilitar la limpieza alrededor de la instalación. La zona de ducha requiere una planificación cuidadosa para crear una experiencia de baño agradable. Los accesorios deben colocarse a una altura adecuada para poder utilizarlos de pie, y la incorporación de una hornacina permite guardar cómodamente el champú y otros artículos, eliminando la necesidad de agacharse. Los cabezales de ducha pueden instalarse en la pared o en el techo para conseguir un efecto de lluvia único con un caudal de agua vertical. Las mamparas de cristal y hierro, que sustituyen a las tradicionales cortinas de ducha, evitan que el agua salpique el resto del cuarto de baño. Esta solución contemporánea añade elegancia al cuarto de baño y se ve especialmente favorecida a medida que las duchas se han ido imponiendo a las bañeras. La elección entre mamparas fijas o correderas depende de las dimensiones del cuarto de baño y de la edad de sus ocupantes.

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