"Chegou a hora" es el claim de la primera parte de una campaña muy especial, la de Alberto Acuña en Vilaboa. Desde el primer brieffing con el candidato, ambos tuvimos claro que la creatividad debía estar en el centro de la campaña para poder tener una repercusión más allá de la política y poner el foco en todo el mensaje que se volcaría.
Un mensaje de futuro, que con el spot también deja claro que sin todo lo pasado y sin el sustento de quienes estuvieron antes, no habría posibilidades de crecer. Chegou a hora de explicar toda la creatividad.
Una fotografía espectacular con unos tonos poco explotados en la política que hace que esta campaña ya empiece con una apuesta fuerte y dejando claro cual es su idea. La fotografía de la campaña estuvo a cargo de Des Otero y el video y su edición a cargo de Paula de Andrés
Y la joya de la corona, el spot de anuncio de la candidatura. En España y más aún en las elecciones municipales, no acostumbramos a ver anuncios de candidaturas debido al sistema electoral y de partidos que hace que el líder sea el candidato natual, pero esta campaña como dije, venía a tratar cambiar la mesa de juego. A apostar por la creatividad en política y por una comunicación seria, formal, con criterio. Que no se dijera que "no saben comunicar"
El spot recoge el pasado y presente y enseña un atisbo del futuro que se explotará a lo largo de la campaña. Hartos de candidatos que basan el anuncio en ellos, hemos puesto el foco en historias que den peso y cimenten un proyecto. Historias de cómo decidieron apostar por su vida actual pese a tener vientos en contra. El foco en cualquier persona de a pie, buscar que sientan algún tipo de identificación. El spot de anuncio son los cimientos de todo un pueblo. Ahora, vamos a levantar la casa. Moitas grazas.
Al tratar de buscar inspiración para todas las creatividades en torno a agenda del candidatos, participación en medios y apariciones o actos, de repente pensamos en los packaging de las conserveras. Un "edit" de un estilo simple de los 80 en las conserveras para poder generar estas agendas tan limpias. La zona de Vilaboa y su población ha vivido y vive del mar, así que encontramos el nexo perfecto, el fin de lo que sale del mar acababa siendo la conserva en las fábricas cercanas. Todo redondo.
