Proyecto 30. Los Derechos Humanos deben dejar de ser una bella utopía. El arte y los artistas nos pueden ayudar llevar estos conceptos a una bella realidad. La idea del Proyecto 30 es sencilla pero poderosa: 30 artistas de múltiples procedencias y disciplinas, a quienes se les asigna al azar uno de los Derechos Humanos para que los representen en obras que sensibilicen a públicos de todas la edades hacia ése derecho humano. 

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¨Todo adulto tiene el derecho de trabajar, cobrar un sueldo justo por

su trabajo y a unirse a un sindicato¨

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La idea de representar algo tan importante y vital para nosotros me hizo querer partir de la base, de la posibilidad que tenemos de trabajar, de esforzarnos y salir adelante a partir de nuestro propio esfuerzo, con nuestras manos, nuestros pies, sin necesidad, en principio, de alguna herramienta. Quise escoger un trabajador campesino, para representar este derecho humano, seres humanos que han tenido que utilizar sus manos para llevar a cabo su trabajo.

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¨Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres corrientes. Pero no existe ninguna

máquina que pueda hacer el trabajo de un hombre extraordinario.¨ Elbert Hubbard.

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Elkin es un campesino radicado en el corregimiento de Palermo en el Magdalena, en el municipio de Sitio Nuevo. Lleva toda su vida, desde que tiene memoria trabajando en el campo, la finca donde trabaja tiene cerdos y pollos, pero actualmente esta en un proceso de aprendizaje entrando al mundo del cultivo de peces en estanques. Cuando le conté la historia del proyecto 30 y la intención que tenía yo con su foto se emocionó mucho, la idea de mostrar las manos de un hombre trabajador le lleno de orgullo, un orgullo que me permitió entrar en su casa, estar por mas de una hora tomándole fotos con larga exposición donde debía estar quieto, donde debía posar, algo que él no había hecho antes.

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La larga exposición, el movimiento de la luz y el claro oscuro, me permitieron mostrar algo más, quería mostrar ese energía viva que recorre nuestro cuerpo, nuestras venas, nuestra fuerza representada con la luz que nos hace vivir, un alma buena que me permitió mostrar su lado más noble y real. 

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Con esta imagen y con esta historia quiero hacerle un homenaje a un trabajo que está cada día más subvalorado, todas esas manos de hombres trabajadores que día tras día con su esfuerzo mantienen su familia y mantienen una sociedad estable con alimentos, todas estas manos que son el fundamento y la base del trabajo de cualquier hombre extraordinario.

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Muchas gracias al PROYECTO 30 por invitarme a participar y dejarme mostrar mi punto de vista sobre este tema tan importante, Leonardo Gonzalez, muchas gracias por darle vida a este proyecto, por el apoyo y por un trabajo impecable. También un agradecimiento inmenso para Adrián López quien me guió por estas tierras y asistió en la toma de las fotos. Sin olvidar a Elkin, el protagonista, el representante de tantos hombres trabajadores con manos de acero.