Las interacciones con insectos se dan de diferentes formas, dependiendo de la especie los puedes atraer con sudor, saliva o puedes cogerlos directamente y ponerlos en tus manos, pero en este caso una polilla Gonodonta muy inquieta por su actividad nocturna, la capturé con mis manos e introduje dentro de nuestra carpa, al día siguiente la puse en mis dedos, luego revoloteó un rato y se posó en mi rostro, de forma maravillosa e inesperada comenzó a libar de mis lágrimas, mi nariz y mi saliva. Después alimentarse un largo rato de mí, se alejó.
Si hay razones para creer que hay lágrimas de alegría, esta es una de ellas. 
The moth
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