En “150° Suroriente” establezco relaciones entre el espacio exterior e interior a partir de imágenes que encuentran en el fenómeno de la reflexión, una forma de mostrar cómo vivo en día a día en este aislamiento obligatorio. En esta cartografía planteo hacer visibles nuevas formas de interpretar la realidad por medio de reflejos y superposiciones que dejan ver un paisaje construido desde el punto de vista del sujeto – observador.

150° hace referencia al ángulo obtuso de cobertura visual desde el que fueron tomadas las fotografías, desde mi lugar residencia, y a su vez al ángulo que marca la línea de dirección desde mi ubicación espacial hacia el epicentro de la cuidad. En este trayecto visual se registraron oficinas con horarios trastornados, construcciones que se congelaron, vecinos lejanos que vivieron la misma incertidumbre y las calles baldías, que estaban a la espera de ser habitadas, ahora en la nueva normalidad.